Alwaght- ¿A qué se deben los cambios radicales en el Gobierno saudí, mientras el país árabe está llevando a cabo agresiones militares contra Yemen? Es posible que Estados Unidos haya aprovechado la situación de guerra para remodelar al régimen Saudí. Existe una pregunta principal en torno a las situaciones actuales en la región: ¿Los ataques a Yemen comenzaron para justificar los cambios en Arabia Saudí o esta agresión militar hizo necesario un cambio en la línea sucesoria del poder en la monarquía saudí?
Mediante los recientes cambios políticos en los altos puestos del régimen saudí, incluyendo el ministro de Asuntos Exteriores y el príncipe heredero, el rey Salman bin Abdulaziz Al Saud, trató de disminuir el poder de los príncipes que insistían en las políticas del fundador de la dinastía saudí. La destitución del jefe de la Corte Real, el político veterano Jaled Abdulaziz al-Tuwaijri, el mismo día de la llegada al trono del rey Salman fue un intento preliminar para frenar todas las posibles oposiciones contra las nuevas políticas del país.
Sin embargo, la deposición del príncipe heredero, el canciller, el jefe de la radio y televisión estatal y los ministros de Salud, Trabajo, Educación y Derechos Humanos parece muy rara apenas a 100 días de los cambios iniciales y en plena intervención militar en Yemen. Entretanto, la disposición de Muqrin bin Abdulaziz Al Saud, quien había sido elegido hace tres meses como el príncipe heredero del país y la elección del hijo del rey, Mohamad bin Salman Al Saud, con 35 años de edad como príncipe heredero adjunto es de mucha importancia.
A pesar de los argumentos por parte de las autoridades saudíes, la reciente remodelación, al igual que otros cambios durante las últimas cuatro décadas en el país árabe después de la muerte de Faisal bin Abdulaziz, no causará ningún cambio en la naturaleza reaccionaria del régimen de Al Saud. Por lo tanto la destitución de Muqrin y el canciller Saud al-Faisal, a pesar de considerarse como un cambio radical en la estructura del poder en Arabia saudí, no alterará la estrategia, la postura y las políticas del régimen.
En tiempos de guerra, los gobiernos, en particular los agresores o iniciadores de los conflictos armados, no suelen realizar cambios profundos en su sistema. Durante las recientes ofensivas militares de Arabia Saudí contra Yemen, que ya cumplen los 40 días, el régimen de Al Saud a pesar de recurrir a todo tipo de armamentos y estrategias militares no ha conseguido dominar ninguna zona en Yemen, y por el contrario, el Ejército yemení apoyado por los comités populares del movimiento Ansarolá ha logrado arrebatar el control de ciudades como Adén, Taiz y Marib a las milicias leales al expresidente fugitivo Abdu Rabu Mansur Hadi.
Al Saud no es capaz de hacer algo ni mediante los ataques aéreos o terrestres ni mediante las vías políticas. Arabia Saudí apoya a un presidente ilegitimo y a su gabinete mientras que el mismo pueblo yemení no los acepta. Arabia Saudí ¿cómo puede tener un papel en el proceso político de Yemen mientras apoya al presidente fugitivo del país árabe? Cabe mencionar que según el movimiento popular Ansarolá, que tiene el control de 18 provincias de Yemen, “no colaborar” con los saudíes en sus agresiones contra su país es una de las condiciones para entrar en conversaciones políticas. Arabia Saudí ha sufrido muchos fracasos, especialmente en el campo político, durante sus agresiones contra Yemen.
De acuerdo con lo que se ha dicho, algunos creen que los objetivos de Al Saud para atacar Yemen proviene de las “diferencias” entre los mismos saudíes. El 25 de abril de 2015, el diario The New York Times, señalando las palabras contradictorias del portavoz de la Casa Blanca, que apoyó a los saudíes en sus agresiones contra Yemen por un lado y enfatizó en que la crisis del país árabe no sería resuelta por la vía militar por otro, escribió que la Casa Blanca creía que los saudíes no tenían una estrategia correcta para concretar sus objetivos en Yemen y, en realidad, no podían ganar la guerra.
El portavoz de la Casa Blanca dice que los estadounidenses apoyan al gobierno de Riad y buscan la solución política para la guerra de Yemen. Es decir, EE.UU. apoya a las agresiones saudíes contra Yemen hasta que no amenacen los intereses norteamericanos.
Si analizamos las posturas complicadas de las autoridades estadounidenses, podemos entender que, desde el punto de vista estadounidense, el régimen saudí no será capaz de controlar tanto los cambios políticos en sus altos puestos como la crisis en Yemen.
Los cambios radicales en el régimen saudí muestran que el rey, el ministro del Interior y el ministro de Defensa de Arabia Saudí han buscado materializar sus objetivos internos a través de sus intervenciones militares en Yemen.
El comportamiento militar de EE.UU. en el Golfo de Adén antes de los recientes cambios en el Gobierno de Al Saud muestra la cooperación de los estadounidenses con los saudíes en la nueva fase de las agresiones contra Yemen. Sin embargo, los norteamericanos todavía están preocupados por la “crisis de supervivencia” en Arabia Saudí.
