Alwaght- Durante las últimas semanas las fuerzas sirias, apoyadas por sus aliados, lograron significativos avances en la batalla para liberar la ciudad noroccidental de Alepo.
La importancia de esta victoria se destaca aún más si tenemos en cuenta las numerosas peticiones de las autoridades occidentales y árabes, entre ellas la jefa de la Diplomacia europea Federica Mogherini, para una urgente tregua en Alepo, así como su intento para reunirse con los funcionarios iraníes y rusos.
En este mismo marco, el pasado sábado el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, en un encuentro con su par ruso Serguei Lavrov abordó los últimos acontecimientos en Siria y especialmente en Alepo. Después de la cita Lavrov informó de planes propuestos por Kerry destinados a poner fin a la actual crisis en la ciudad siria, los cuales podrían ser opciones aceptables para Moscú. Pero todavía existen dudas serias sobre la capacidad de la administración de Barack Obama para dar pasos positivos en sus últimos días.
Antes de la reunión se esperaba que las partes pusieran a debate dos temas principales:
El asunto más importante para Rusia sería que EEUU reconociera los términos de la Resolución 2254 del Consejo de la Seguridad de la ONU (CSNU), entre otros puntos en materia de separación entre la oposición y los terroristas en Siria, o sea que el antiguo Frente Al-Nusra (el actual Frente Fath Al-Sham, filial de Al-Qaeda en Siria) sea calificado de grupo terrorista.
Además, se preveía que el canciller ruso abordara con Kerry el cese del tráfico de armas y la llegada de terroristas a través de la frontera turco-siria, asunto que siempre Rusia y sus aliados consideran como la causa de la prolongación del conflicto en el territorio sirio.
Por otra parte, se vaticinaba que el funcionario norteamericano durante la cita exigiera el fin del bloqueo impuesto por Siria y sus aliados a Alepo y así preparar una salida segura para los llamados rebeldes, cercados en esta región.
De acuerdo con los informes publicados tras el encuentro, ambas partes han manifestado su deseo de que las negociaciones conduzcan hacia una solución diplomática para la crisis siria.
En la actual situación, teniendo en cuenta que el saliente gobierno estadounidense pasa sus últimos días en el poder y que el presidente electo, Donald Trump, asumirá el cargo con unas políticas indeterminadas, parece muy improbable que a corto plazo los diálogos terminen en una solución positiva para al impasse de Siria, así que las medidas acordadas se convertirían en cooperaciones temporales.
Respecto a los acontecimientos en Alepo, se puede enumerar los siguientes puntos:
Primero, las tropas de Turquía estaban realizando una operación, llamada el escudo del Éufrates, en el norte de Siria y el este del rio Éufrates. En el principio se imaginaba que la citada operación buscaba propósitos limitados pero durante las recientes semanas se reveló que las fuerzas turcas tienen la intención de acercarse a Alepo para lograr más objetivos de lo previsto. Sin embargo, recientemente fue bloqueada la vía de los soldados turcos hacia la ciudad de Alepo, que se considera como una importante evolución del campo de batalla en Siria.
Segundo, la vía de la huida de terroristas takfiríes desde Mosul a Siria ha sido bloqueada. Según las experiencias previas, la seguridad de Siria e Irak totalmente depende una a la otra, así que es imposible mantener la seguridad en Irak sin establecerla en Siria, y al revés. El bloqueo del camino utilizado por los terroristas de Daesh para desplazarse entre Mosul y Siria, por parte de las tropas iraquíes y las fuerzas populares de este país es considerado como otra gran victoria en la guerra contra el terrorismo en Oriente Medio, ya que facilitó en gran medida la tarea de eliminar a Daesh para el Ejército sirio.
Tercero, tras las elecciones presidenciales de Estados Unidos y la victoria de Donald Trump, Washington finalmente añadió el nombre del grupo Frente Al-Nusra a la lista de bandas terroristas. Aunque el acto no es suficiente, pero puede ser evaluado como un paso adelante hacia el establecimiento de seguridad en Siria. Entonces, se debe esperar para ver si este cambio de postura puede tener algún efecto en el campo de batalla o no.
Por fin, la coalición entre Irán, Rusia, Siria e Irak, desde el inicio, ha prestado gran atención a las medidas políticas e soluciones internacionales como opciones militares. En otras palabras, esta coalición cree que la estabilidad en Siria no será alcanzada sin encontrar una solución diplomática integral, basada en la Resolución 2254 del CSNU. Las mencionadas evoluciones en el campo de batalla en Alepo pueden destacar el papel de negociaciones políticas y convencer a las partes -que antes evitaban un dialogo real- regresar a la mesa de conversaciones con el fin lograr la mejor solución para solventar la crisis de Siria.