Alwaght- Los grupos terroristas siguen sufriendo derrotas y todos sus complots han sido frustrados en la provincia de Alepo, en el noroeste de Siria, gracias a los avances del Ejército sirio en las operaciones militares en esta región.
En medio de los incesantes avances de las fuerzas sirias en esta provincia, Rusia y China vetaron el lunes el proyecto de resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) que reclamaba un alto el fuego de siete días en Alepo para facilitar la llegada de ayuda humanitaria a los civiles atrapados en esta urbe, entre otros objetivos.
El proyecto de resolución, redactada por Egipto, España y Nueva Zelanda, recibió 11 votos a favor, mientras que Rusia, China y Venezuela votaron en contra y solo Angola se abstuvo.
Rusia señaló que tal medida permitiría reagruparse a los grupos terroristas que operan para derrocar al Gobierno de Damasco y aseveró que este período sería necesario para un diálogo entre Estados Unidos y Rusia.
“Este tipo de pausas han sido utilizadas por los combatientes para reforzar sus municiones y fortalecer sus posiciones y esto sólo empeorará el sufrimiento de los civiles”, declaró el representante de Rusia ante la ONU, Vitali Churkin.
Además aseveró que el proyecto de resolución contradice las próximas conversaciones entre expertos rusos y estadounidenses con el fin de eliminar a todos los takfiríes del este de Alepo.
Por su parte, el embajador sirio ante las Naciones Unidas, Bashar al-Yafari, declaró que el proyecto de resolución fue un intento de los países occidentales para apoyar a los terroristas en Alepo.
Esto se produce mientras que los terroristas siguen sufriendo derrotas en Alepo, donde las fuerzas sirias han avanzado considerablemente en los últimos días y mantienen el control de 60 por ciento de los distritos orientales, según las fuentes militares.
Tras los grandes éxitos alcanzados por las tropas sirias en esta provincia, Rusia y Estados Unidos anunciaron que sus expertos se reunirán en los próximos días en la ciudad suiza de Ginebra para acordar posiblemente sobre la retirada de todos los terroristas del este de Alepo. Mientras tanto varios grupos terroristas rechazaron el lunes abandonar esta provincia.
En este contexto, el Gobierno del presidente sirio, Bashar al-Asad, ha advertido este martes que Damasco rechazará cualquier alto el fuego en Alepo a menos que los terroristas se retiren de esta provincia.
Al emitir un comunicado, la cancillería siria rechazó “cualquier tentativa de alguna de las partes para (establecer) un alto el fuego en el este de Alepo, a menos que garantice la salida de todos los terroristas”.
Indignados por el avance del Ejército sirio en Alepo, los terroristas perpetran ataques contra civiles tanto en Alepo como fuera de esta provincia.
Al menos siete civiles, entre ellos tres niños, perdieron la vida y otras decenas resultaron heridas el lunes como consecuencia de los ataques de los terroristas con proyectiles de mortero contra los pueblos de Kefraya y Al-Fua, en la provincia de Idlib, en el noroeste de Siria.
En la misma jornada del lunes también un bombardeo perpetrado por terroristas contra el hospital de campaña del Ministerio de Defensa ruso en Alepo dejó dos médicas rusas muertas y varios heridos.
De acuerdo con el Ministerio de Defensa de Rusia el ataque se produjo como consecuencia del impacto directo de proyectiles en la sección de admisión del hospital.
Los funcionarios militares rusos culpan a los patrocinadores de los terroristas de la muerte y herida de los médicos militares rusos en Alepo, haciendo referencia a Estado Unidos, el Reino Unido y Francia.
Desde 2012, Alepo está dividida; de manera que el Gobierno de Damasco controla el oeste y los grupos armados controlan el este de la urbe que desde hace varios meses están sitiados por las tropas sirias.
Desde finales del pasado mes de julio, Alepo es escenario de enfrentamientos entre el Ejército sirio y el grupo terrorista Yeish al-Fath, que trata de romper el cerco del Ejército impuesto a sus posiciones en el sur y el este de esta ciudad.