Alwaght- El Gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) firmaron el jueves el nuevo acuerdo de paz en Bogotá, capital colombiana.
El nuevo acuerdo, firmado por el presidente de Colombia Juan Manuel Santos y el líder de las FARC, Rodrigo Londoño, alias Timochenko, en el Teatro Colon de Bogotá, contiene alrededor de 190 ajustes, entre modificaciones y precisiones pedidas y sugeridas por los partidarios del No.
El segundo acuerdo será llevado la próxima semana al Congreso para ser presentado ante el Senado y la Cámara de Representantes y refrendarlo.
“Reconozco que el nuevo acuerdo es mejor que el anterior” ya que incorpora la inmensa mayoría de las propuestas presentadas, declaró Santos, quien subrayó que lo más importante para Colombia es lograr poner fin al conflicto armado con las FARC y sentar “las bases de una paz duradera”.
Además calificó de “una oportunidad” para reconciliarse y concluir que todos los delitos de lesa humanidad serán investigados, juzgados y sancionados.
Por su parte, Timochenko, al igual que Santos, aseguró que modificaron “el acuerdo anterior teniendo en cuenta las propuestas. Nadie debe quedarse fuera de él”.
El secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Ernesto Samper, también afirmó el jueves que con la firma del segundo acuerdo de paz “ya no habrá quien detenga la paz en Colombia” y la derecha debe saber que la paz es “irreversible”.
El pasado 12 de noviembre, el Gobierno de Colombia y las FARC firmaron un nuevo acuerdo de paz que contiene las aportaciones de los sectores contrarios al pacto inicial, que fue suscrito el pasado 26 de septiembre entre las partes en la ciudad de Cartagena de Indias (norte).
La derrota del Sí en el plebiscito celebrado el pasado 2 de octubre, dio paso a introducir modificaciones que hacen que el acuerdo sea muy firme y con menos dudas para los partidarios del No.
El Gobierno de Colombia y la guerrilla iniciaron en noviembre de 2012 las negociaciones bilaterales en La Habana, la capital de Cuba, para poner fin al conflicto de más de 50 años que ha dejado, según estimaciones, casi 5 millones de desplazados y al menos 600 mil muertos.