Alwaght-El Gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) firmarán hoy jueves un nuevo acuerdo de paz en la capital Bogotá, mientras que los opositores lo califican de un “maquillaje”.
Además del presidente Juan Manuel Santos y el líder de las FARC, Rodrigo Londoño, alias Timochenko, "en la ceremonia estarán como invitados las víctimas, miembros del cuerpo diplomático, expresidentes de la República, magistrados de las altas cortes, congresistas, directores de medios de comunicación y representantes de organizaciones de la sociedad", según las fuentes oficiales.
El nuevo acuerdo de paz se alcanzó el 12 de noviembre después de semanas de negociaciones. Las conversaciones de paz se reanudaron tras el catastrófico resultado del plebiscito celebrado el pasado 2 de octubre en el que los colombianos dieron un NO al acuerdo inicial alcanzado en 26 de septiembre para poner fin a 52 años de guerra.
Mientras que Santos agradeció a las fuerzas de NO y sostuvo que el nuevo acuerdo es un mejor acuerdo gracias a ellos, los opositores siguen insistiendo en que las modificaciones tan rápidas en el nuevo acuerdo solo es un maquillaje y piden un nuevo plebiscito a este respeto.
En espera de que en un futuro los problemas del país se resuelvan en la arena política y no con armas, los académicos también llamaron la firma de un acuerdo lo antes posible para unirse a los esfuerzos de Santos quien alegaba que el nuevo documento sería muy firme y con menos dudas para la oposición. Mencionar que el presidente ganó el premio Nobel de la Paz debido a este pacto.
Sin embargo, los opositores y sobre todo el expresidente opositor, Álvaro Uribe, que lidera Centro Democrático, consideran que pese a las modificaciones en el nuevo documento sigue existiendo impunidad para las guerrillas. Cabe mencionar que Timochenko se ha convertido en el primer jefe máximo de las FARC que llegó a la capital protegido por el Estado.
Otros opositores como el expresidente Andrés Pastrana, el exalcalde Jaime Castro, y el ex procurador Alejandro Ordóñez, también rechazan el texto y lo califican de un “maquillaje” o una “mamadera de gallo”. A su juicio, el Gobierno solo piensa en cómo refrendar e implementar el acuerdo de paz.
Además, los militares colombianos están en contra del nuevo acuerdo. Estas Fuerzas Armadas consideran que en el nuevo trato se incumple un tema y que se “cruza una de las líneas rojas trazadas por el presidente Santos”, en la cual comandantes militares podrían asumir la responsabilidad por actuaciones de sus subalternos.
Más bien, parece difícil que la oposición pueda frenar el acuerdo o pedir otro plebiscito, ya que esta vez el presidente tiene la intención de aprobar el pacto vía parlamentaria. Debido a la misma razón Uribe reclamaba unas elecciones parlamentarias antes de la firma del nuevo acuerdo en espera de poder aumentar su representación.
Sin embargo, parece que el expresidente no tiene suficientes instrumentos legales y se agarra a las protestas de ciudadanos para lograr su objetivo. Al mismo tiempo los colombianos aún están divididos como lo pasó en el último plebiscito: la mitad está a favor del nuevo acuerdo y otra mitad lo repudia.