La OMS quiere salvar vidas incrementando el precio de las bebidas azucaradas, responsables del aumento de la obesidad y otras enfermedades.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado el informe titulado Las políticas fiscales para la dieta y la Prevención de Enfermedades no Transmisibles (ENT), en el que recomienda subir un 20% los impuestos sobre las bebidas azucaradas para reducir su consumo y, por ende, disminuir el riesgo de obesidad, diabetes tipo 2 y la caries dental.
La correlación entre refrescos y obesidad es indiscutible. De hecho, recientemente vio la luz un informe que detalla como empresas como Coca Cola o Pepsi desembolsan millones para tapar el nexo de sus bebidas azucaradas con esta enfermedad. Por otro lado, la Sugar Research Association, el lobby al que pertenece la mayoría de las compañías azucareras, ha reconocido que compraron con dinero a un buen número de científicos para que culparan a las grasas de las enfermedades cardiovasculares.
Las personas que reducen el consumo de refrescos con altos índices de azúcarmejoran su nutrición y reducen las posibilidades de sufrir sobrepeso, obesidad, diabetes y caries.
“El consumo de azúcares libres, incluyendo las bebidas azucaradas, es un factor importante del aumento global del número de personas que sufren de obesidad y diabetes. Por ello, si se aumentan los impuestos sobre estos productos se podrán salvar vidas, reducir los costes sanitarios y aumentar los ingresos para revertirlos en los servicios de salud”, apunta el director del departamento de la OMS para la prevención de las enfermedades no transmisibles, Douglas Bettcher.
Hace dos años, el 39% de las personas mayores de 18 años tenían problemas de sobrepeso y entre los años 1980 y 2014 se duplicó la prevalencia de hombres y mujeres con obesidad. Por otra parte, en 2015 cerca de 42 millones de menores de 5 años tenían sobrepeso u obesidad, lo que supone un aumento de 11 millones de niños en los últimos 15 años.
Además del incremento de los índices de obesidad y sobrepeso, han subido notablemente los casos de diabetes, los cuales han pasado de 108 millones en 1980 a 422 millones en el año 2014.
La OMS recomienda que las personas que consumen azúcares libres mantengan su ingesta por debajo del cinco por ciento, lo que equivale a menos de 250 mililitros de bebidas azucaradas comúnmente consumidas al día.
Por otra parte, el informe advierte de que este tipo de refrescos, así como los alimentos ricos en azúcares libres son una fuente importante de calorías innecesarias en las dietas, especialmente en el caso de los niños, adolescentes, adultos jóvenes y aquellas personas con ingresos bajos, los segmentos más afectados por la subida de impuestos y a los que más beneficios para la salud puede acarrear esta medida.
Además de esta medida, la OMS, tras reunirse con expertos mundiales y analizar más de una decena de estudios sistemáticos sobre cómo influyen las medidas fiscales a la hora de mejorar la dieta y prevenir las enfermedades no transmisibles,recomienda reducir en un 10 o un 30% los precios de las frutas y verduras frescas, aumentar los impuestos en los alimentos con alto contenido en grasas saturadas, trans y sal y subir de nuevo el precio del tabaco.
Ya existen países que han adoptado medidas fiscales para evitar que los ciudadanos consuman productos no saludables. México ha aumentado los impuestos de las bebidas azucaradas y Hungría de los productos envasados con alto contenido en azúcar, sal o cafeína. Filipinas, Sudáfrica, Reino Unido e Irlanda del Norte han comunicado sus iniciativas para subir los impuestos sobre los refrescos con azúcar.
Ticbeat