Alwaght- Varios líderes del mundo saludaron el lunes la firma del histórico acuerdo de paz entre el Gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en la ciudad de Cartagena de Indias (norte).
“Hoy 26 de septiembre llegó el día de la paz en esta Cartagena Heroica y en toda esta tierra que vio nacer a nuestra patria común”, declaró el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro al felicitar este logro.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, consideró la firma del acuerdo de paz entre Bogotá y las FARC como “la mejor noticia en las últimas décadas de la Patria Grande: la paz para Colombia, la paz para nuestra América, el cese de la violencia”.
El mandatario boliviano, Evo Morales, además celebró este logro histórico y aseguró que “es posible hacer revolución con voto no con balas, con conciencia del pueblo y no con armas de guerra”.
Por su parte, el presidente de República Dominicana, Danilo Medina, expresó su apoyo a la firma del acuerdo. “Nos unimos a la enorme alegría que hoy embarga a Colombia y a toda América Latina por el triunfo de la paz y la convivencia”.
El jefe de Estado de Argentina, Mauricio Macri, felicitó este éxito y confío en “que este proceso de paz sea un éxito, sabiendo lo importante que es para Colombia, la región y todo el continente”.
Este acuerdo histórico recibió también el apoyo del presidente salvadoreño Salvador Sánchez Cerén, así como el secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Ernesto Samper, quien agradeció en su cuenta de Twitter a quienes apoyaron el proceso de paz.
Por otra parte, la exsenadora y defensora de derechos humanos, Piedad Córdoba, felicitó al Gobierno colombiano y la guerrilla por el fin de la guerra e insistió en enseñar sobre la paz en las escuelas y a toda la población.
La jefa de la Diplomacia de la Unión Europea (UE), Federica Mogherini, también saludó el acuerdo de paz y afirmó que “Colombia ha tenido hoy el valor de pasar página después de cincuenta años de largo conflicto, dando muestras a todo el mundo de que la paz es posible y que puede lograrse con liderazgo y determinación”.
El ministro de Asuntos Exteriores de Noruega, Borge Brende, también destacó que el “acuerdo muestra al mundo que es posible conseguir la paz a través de la voluntad política, el compromiso y la negociación”.
El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, quien estuvo presente en el acto de la firma, saludó eta victoria y aseguró que “ya no habrá una política de armas” en Colombia ni existirá una “política basada en la violencia”.
Mientras tanto, los expresidentes colombianos Álvaro Uribe (2002-2010) y Andrés Pastrana (1998-2002) eran los principales opositores del acuerdo y habían pedido a las autoridades extranjeras que no asistan a la firma de la paz.
En Colombia asimismo más de 15 mil ciudadanos, vestidos de blanco y con globos, se congregaron en la plaza de Bolívar de Bogotá, la capital, para manifestar su alegría tras este acuerdo de paz y expresar su optimismo, esperanza e ilusión por la nueva página que ha escrito la historia de Colombia a favor de la paz.
Los usuarios de la red social Twitter manifestaron asimismo su alegría tras el acuerdo de paz firmado el lunes por el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y máximo jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Timoleón Jiménez, alias Timochenko.
Timochenko pidió perdón a los colombianos por el dolor causado durante los años de guerra y aseguró seguir luchando sin armas por acabar con la desigualdad y la injusticia. Además subrayó que tras la firma del acuerdo de paz, nadie debe dudar del compromiso de dejar las armas para avanzar hacia la lucha legal y la expansión de la democracia.
Por su parte, Santos rindió homenaje a las comunidades indígenas y a todos los muertos de la guerra e instó a los colombianos a votar por el Sí en el plebiscito del próximo 2 de octubre para refrendar el acuerdo de paz.
El Gobierno de Colombia y la guerrilla iniciaron en noviembre de 2012 las negociaciones bilaterales en La Habana, la capital de Cuba, para poner fin al conflicto de más de 50 años que ha dejado, según estimaciones, casi 5 millones de desplazados y al menos 600 mil muertos.