Alwaght- El clérigo musulmán nigeriano, el sheij Ibrahim al-Zakzaky, perdió la visión de un ojo y la movilidad de manos y piernas. El gobierno nigeriano le niega atención médica.
Mohammad Zakzaky, hijo del sheij Al-Zakzaky, para explicar la grave situación de su padre, en una carta abierta escribió: “pidió a todas las personas que creen en la justica y los derechos humanos que se unan a mí para realizar los objetivos dignos”.
En el texto de esta carta, se enfatiza la violencia que el ejército nigeriano ejerce contra los musulmanes, sobre todo, la familia del sheij Al-Zakzaky.
A continuación, un resumen de dicha carta:
Una parte de mis recuerdos de la infancia es personal y creo que no debo hablar de eso, pero en la actual situación en la que no tengo ninguna razón para vivir, siento que debo compartir esa parte de mis recuerdos con otras personas. Yo soy Mohammad Ibrahim Zakzaky. Mis amigos me llaman Ibrahim. Cuando era niño mataron un ratón en mi casa. La muerte de este ratón fue una experiencia amarga para mí. Yo no puedo matar ni siquiera un ratón mientras que algunas personas armadas hasta los dientes matan fácilmente a mis hermanos, sus mujeres y niños.
Médicos, enfermeros, ingenieros, periodistas, alumnos nigerianos fueron asesinados por el ejército nacional cuya función es, en realidad, proteger a los ciudadanos. Hace unos días, el gobierno del estado Kaduna (norte nigeriano) anunció la formación de una comisión para investigar la matanza de nigerianos inocentes por hombres armados afiliados al ejercito de este país. Miles de personas desaparecieron, más de 340 personas fueron enterradas en fosas comunes y otras cientos detenidas. Aunque no hay ningún representante de los musulmanes en esta comisión, yo voy a seguir con minuciosidad los resultados de estas investigaciones.
El Departamento de Seguridad del Estado (DSS, por sus siglas en inglés) dice que mi padre ha sido puesto bajo custodia para protegerlo por su vulnerabilidad, mientras su abogado señala que el DSS tiene el deber de proteger a los ciudadanos vulnerables. Lo más lamentable es que ellos alegan haber gastado 5 millones de nairas (moneda oficial de Nigeria) para mejorar el estado de salud del clérigo. Es insoportable que yo haya sido testigo de la muerte de gente inocente, incluidos mis tres hermanos Mientras mis padres no están detrás de las rejas, pero ni están cómodos ni gozan de seguridad. Durante ocho meses, el Ejército nigeriano ha matado a unas mil personas, entre ellas mis hermanos, mi tía y numerosos de mis allegados. Las fuerzas nigerianas han disparado siete veces en contra de mi madre y mi padre ha perdido un ojo y ha quedado discapacitado. A pesar de que la salud de ellos es crítica, no tienen acceso a médicos ni a asesores jurídicos, mientras, el DSS alega que está protegiéndolos. Durante esos ocho meses, nos han maltratado mucho e incluso han emitido nuestras fotos en los medios para perjudicar nuestra credibilidad.
El DSS rechaza con pretextos mis repetidas peticiones para que un médico revise el estado de salud de mi padre. Durante ocho meses, me han permitido solo 4 veces visitarlo. En nuestra última cita, alguien nos estaba grabando para lanzar una campaña propagandística contra nosotros.
Si ellos están protegiendo a mi padre deben responder mis preguntas: ¿Qué amenazas constituye el acceso de mi padre a su familia, a médicos y a un abogado? ¿Por qué no permiten a ningún médico revisar el estado de salud de mi padre mientras él está perdiendo la vista. ¿Por qué ellos graban nuestras citas mientras nosotros solo queremos visitar a nuestros seres queridos? ¿Por qué yo debo mantener el silencio mientras ellos prácticamente han secuestrado a mi padre? Además, yo temo las consecuencias de decir la verdad a mis padres sobre lo que ha ocurrido. Siempre me estoy preguntando si puedo decir la verdad o no.
Todos los hombres y mujeres que han hecho la historia tienen un punto en común: su disposición a arriesgarse para un objetivo: la justicia. Yo no tenía la capacidad de evitar la muerte de mis hermanos o proteger a mi madre. Yo he llegado a esta conclusión que el Satán mató a mis hermanos y ahora ha secuestrado a mis padres. Eso es una realidad y, ante este nivel de locura y fanatismo, yo me siento débil y lo único que puedo hacer es protestar de cualquier modo.
Yo me opongo a la violencia y el derramamiento de sangre. Yo no puedo matar a los inocentes. Yo soy hijo de una persona que nunca hizo caso omiso a la violencia contra la gente e incluso perdió la vista por eso. Yo llamo a todos los que defienden la justicia a ayudarme. Nosotros debemos protestar contra la injusticia hasta cuando nos oigan. Debemos hacer todo lo que podamos y utilizar lo que tenemos. Mi padre necesita ahorita un médico ya que está perdiendo la vista. Ya basta defender al gobierno. Digan cualquier mentira pero dejen que los médicos curen a mi padre.