Alwaght- Dieciséis años han pasado desde la última visita que realizó un presidente iraní al continente verde, en esta ocasión dentro de un ambiente adecuado creado tras la implementación del Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés) el viaje del mandatario de la República Islámica de Irán, Hasan Rohani, a Italia y a Francia, en el marco de ampliar relaciones bilaterales, goza de gran importancia a nivel interno, regional e internacional. Este viaje estaba programado para hace dos meses pero fue suspendido debido a los atentados terroristas en Francia. La aplicación del acuerdo conjunto, el levantamiento de las sanciones y el aumento de las interacciones políticas y económicas con el mundo, especialmente con la Unión Europea, resultaron en la creación de un mejor ámbito para la realización de este viaje.
Durante una década, la política exterior de Irán se concentraba en los gobiernos con posiciones de poca importancia en el sistema internacional debido a la imposición de las sanciones económicas y al ambiente de Iranofobia creado por el occidente. Dichos gobiernos no desempeñaban un papel significante regional o internacional y no eran capaces por un lado de ayudar a Irán en el ámbito de hostilidad con los potencias del mundo y por otro expandir las cooperaciones multilaterales. Por tal motivo, el viaje del presidente iraní a Italia y a Francia, como potencias industriales y actores económicos y políticos importantes de Europa, puede expandir las relaciones del país persa con los otros miembros de la UE y revitalizar la política exterior de Irán y hacer que entre en procesos de cooperación política y económica.
A nivel regional tras la ruptura de relaciones diplomáticas entre Irán y Arabia Saudí, se puede decir que el aumento de nexos políticos y económicos con los miembros de la UE especialmente con potencias como Francia, Alemania e Inglaterra, con los que Irán tiene una historia de diálogos sobre el caso nuclear, puede formar equilibrio ante los actos de Arabia Saudí en la región. De hecho, en la medida en que los lazos entre Irán y el mundo árabe se reduzcan debido al comportamiento agresivo de Riad y aumenten las relaciones entre Teherán y la UE, la presión reducirá sobre Irán especialmente en un corto plazo.
Otro caso notable respecto a los factores regionales de la importancia del viaje del presidente iraní está relacionado con numerosas crisis regionales de Oriente Medio, entre ellas, las operaciones del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe). Es cierto que interaccionar con el occidente, sobre todo Europa, facilita la vía para Irán por lo que el país persa puede desempeñar un papel más destacado en la región. Las Conferencias de Viena 1 y 2 sobre Siria son buenos ejemplos de lo mencionado. Además de beneficios políticos, las relaciones con potencias europeas tendrán resultados positivos en el campo de inversiones económicas en forma de interacciones comerciales y cooperaciones científicas y técnicas.
Al explicar el factor internacional, se debe decir que en el ambiente creado después de la aplicación del Plan Integral de Acción Conjunta, el programa nuclear de Irán ya no se considera como una amenaza para el mundo y los procesos de acuerdos nucleares y no nucleares se han acelerado de modo que Irán puede regresar a la escena internacional y cooperar con potencias europeas. Entonces, la reconstrucción de la posición de la República Islámica en el sistema internacional, en el comercio mundial y colaboraciones políticas, produce logros políticos y económicos bilaterales y destaca el papel jugado por Irán a nivel regional (especialmente acerca del desafío de Arabia Saudí) e internacional.