Alwaght- Los nuevos acontecimientos en Oriente Medio, que son los resultados de la llamada Primavera Árabe y el surgimiento de Daesh, han beneficiado sobre todo al régimen sionista. Antes de esos acontecimientos, los vecinos de Israel eran países estables que eran considerados potencias regionales. Esas naciones podían desempeñar un papel clave en la tensión entre Israel y los palestinos. Pero, actualmente la región se ha convertido en el escenario de una guerra sin cuartel entre los grupos rivales regionales e internacionales. Ni el gobierno sirio ni el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) pueden ejercer su debido papel respecto a la causa palestina y combatir al régimen israelí ya que están luchando contra Daesh.
Según varios análisis, la lucha de palestinos contra Israel ya ha dejado de ser el epicentro de la atención de los países de la zona. Actualmente, la crisis de Daesh y la guerra en Siria son asuntos de interés de los medios de comunicación y de la comunidad internacional. Por eso, el régimen israelí tiene la mano libre para seguir con sus políticas en los territorios ocupados palestinos mientras los medios no se hacen eco de sus atrocidades.
Esos acontecimientos se producen mientras en los últimos meses los grupos palestinos han acercado sus posturas y los diálogos entre el Movimiento de Resistencia Islámica Palestina (HAMAS) y Al-Fatah han tenido buenos resultados y hay expectativas de que las facciones políticas palestinas lleguen a un acuerdo en un futuro cercano. Aunque la unidad entre HAMAS y Al-Fatah podría conllevar el mensaje de que el partido Likud y los líderes como Benyamin Netanyahu ya no pueden hacer lo que quieran contra los palestinos, la concentración de los países islámicos en la crisis desatada por Daesh ha restado importancia a esta cuestión. Por eso hay que tomar una medida para resolver este problema. Si no, sería muy probable el aumento del poderío del régimen israelí en la región y la debilidad de los palestinos.
Durante muchos años, Israel ha contado con el apoyo de Occidente y ha aprovechado de todas las capacidades defensivas y de seguridad de Occidente en la región. Sin embargo, lo que ha debilitado a Israel ha sido la opinión pública en el mundo árabe y el mundo islámico, que no ha recibido la influencia de Israel. Es decir, si los Estados árabes quieren hacer frente a Israel es poco probable que tengan éxito, pero cuando se trata de enfrentar a la opinión pública, Israel se encuentra en una posición debilitada. En las recientes décadas, Israel ha tratado de convertir la causa palestina en un asunto de poca importancia en el mundo árabe.
Aprovechándose de la cadena Aljazeera, Israel desvió la causa palestina y este canal se convirtió en un instrumento de la guerra propagandística de Israel. Al separar la Franja de Gaza de Cisjordania, Israel eliminó prácticamente la palabra Palestina de los medios y así logró algunos de sus objetivos. Israel siempre ha podido reprimir a los grupos enemigos en la región con el apoyo de sus instrumentos financieros y militares. También siempre trama conspiraciones para presionar a los países de la zona. Israel siempre dispone de los instrumentos necesarios para utilizarlos en los países árabes en el marco de sus intereses. Pero la verdad es que Israel nunca ha podido cambiar la opinión pública en la región.
Se puede llegar a esta conclusión que a pesar de que los recientes acontecimientos en Oriente Medio, especialmente el surgimiento de Daesh, han hecho que la causa palestina pierda su importancia; se debe tener en cuenta que la derrota de Daesh en la región podría convertir la causa palestina en una prioridad para los países de la zona.