La nueva etapa de la presencia militar rusa que ha comenzado con la construcción de una base militar moderna en la ciudad portuaria de Latakia, en el noroeste de Siria, se considera un hecho sin precedentes desde el colapso de la Unión Soviética. Según los informes de fuentes de Inteligencia de Estados Unidos, los rusos han desplegado en su nueva base sistemas antiaéreos, misiles tierra-aire, cazabombarderos equipados con misiles aire-aire, así como tanques militares T-90.
En este contexto, se plantea una pregunta importante sobre las actividades militares de Rusia en Siria: ¿enviará Vladimir Putin sus fuerzas militares a las zonas de conflicto para luchar contra los terroristas? De acuerdo con informes publicados en los medios, Rusia ya lo ha hecho y no solo ha enviado soldados a Siria sino que ha desplegado algunas unidades especiales de su ejército en diferentes regiones del país y está preparando las condiciones para enviar más tropas a estas regiones.
El 9 de septiembre, la agencia de noticias británica Reuters, citando a fuentes consultadas, informó que las tropas rusas participaron en las operaciones militares en el país árabe para apoyar a las fuerzas gubernamentales sirias. De acuerdo con Reuters, los rusos están construyendo dos bases militares en Siria: una, cerca de la costa y, otra, en el centro del país árabe. Asimismo, Reuters agregó: “ya los rusos solamente no juegan el papel de asesores en Siria, sino han decidido unirse a las fuerzas sirias y luchar contra el terrorismo.” Al mismo tiempo, el diario Daily Mail, publicando unas imágenes, informó que los militares rusos se encuentran en Siria desde el pasado abril.
Los analistas catalogan estas nuevas actividades militares de Rusia de sin precedentes durante las últimas tres décadas. Un funcionario de inteligencia, que pidió mantener su identidad en el anonimato durante una entrevista con la cadena estadounidenses CNN, declaró que las recientes acciones de los rusos en Siria son “destacadas” y se consideran la primera gran expedición militar fuera de las regiones de la antigua Unión Soviética después de la invasión soviética de Afganistán.
Entretanto, el pasado sábado, Elijah Magnier, periodista del diario kuwaití Al Rai, que se dice que tiene buenas relaciones con los altos responsables militares del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), informó que está prevista para los próximos días la amplia participación de las tropas rusas en la mayoría de las zonas de conflicto de Siria. Magnier, indicando la presencia de las fuerzas especiales de Rusia en las ciudades sirias de Hama, Alepo, Homs, Damasco y Al-Zabadani y sus planes militares para luchar contra los terroristas, dijo: “estas fuerzas especiales rusas ofrecerán sus propuestas a la sala de operaciones a fin de que se diseñe un plan exacto para enviar las fuerzas militares especiales de Rusia a las zonas de conflicto”.
Es evidente que la masiva y directa participación de las tropas rusas en las zonas de conflicto en Siria se considera una gran misión que Moscú lleva a cabo por primera vez desde el colapso de la antigua Unión Soviética. Ahora, debemos esperar si Rusia puede alcanzar o no el éxito en esta misión.