Alwaght- La revelación de la naturaleza de los grupos terroristas y saboteadores, el destape de los planes de países occidentales para la región y el fracaso de la coalición política, han llevado a los gobiernos a revisar sus posturas para establecer relaciones políticas con otros Estados a la hora de establecer la paz y la seguridad en la región.
Entre otros ejemplos de este tipo de relaciones podemos citar a las relaciones entre Siria y Egipto. Cabe mencionar que estos dos países no establecerían ningún tipo de relaciones sin haber consultado antes con Rusia e Irán, dos Estados bien conocidos por el apoyo que han brindado al Gobierno de Damasco a lo largo de la crisis que aqueja al país árabe desde hace varios años.
Síntomas de la convergencia entre Siria y Egipto
El secretario general de la Liga Árabe (LA), Nabil al-Arabi, declaró hace poco que está dispuesto a mantener conversaciones, en cualquier momento, con el ministro sirio de Asuntos Exteriores, Walid Moalem. Esto de por sí es una prueba clara de la convergencia política entre El Cairo y Damasco, pues Al-Arabi es egipcio y, de hecho, nunca lanzaría tales declaraciones sin haber consultado con las autoridades egipcias.
Al-Arabi lanzó estas declaraciones mientras que en otra ocasión afirmó que Siria sigue siendo miembro de la Liga Árabe y su membresía en la entidad no está suspendida, sino que su participación en todas las actividades de ese mecanismo ha quedado congelada. Del mismo modo señaló que el Gobierno de El Cairo y varios otros Estados tienen la intención de acercar sus posturas a la del Gobierno de Damasco, pues tienen una visión parecida respecto a los grupos terroristas.
Por otra parte, el ministro sirio de Asuntos Exteriores, Walid al-Moalem, recibió con los brazos abiertos a la delegación de los medios de comunicación egipcios que había viajado a Siria para ver in situ la coyuntura la crisis siria y preparar informes sobre la resistencia del pueblo sirio ante las atrocidades y actos de sabotaje de grupos radicales. Durante la presencia de la delegación egipcia, el canciller sirio hizo hincapié en que El Cairo y Damasco deben ofrecer una mayor colaboración en su lucha contra el terrorismo.
Asimismo, el Gobierno egipcio tiene planeado enviar a un funcionario para adecuar una cooperación mayor en lo referente a los asuntos de seguridad entre estos dos Estados.
Tanto es así que el presidente sirio, Bashar al-Asad, insistió en su reciente discurso, en la necesidad de la participación de otros países de la región en el proceso de lucha anti-terrorismo.
"Siria y Egipto están luchando codo a codo contra el terrorismo", dijo el presidente sirio para luego añadir: "Incluso, en la época del expresidente egipcio, Mohamad Mursi, quien insultaba al pueblo y al Gobierno sirio, el Gobierno de Damasco tenía tendencias de mejorar sus relaciones con El Cairo".
A juicio de al-Asad, teniendo en cuenta la gran historia de Egipto, el Gobierno de El Cairo puede desempeñar un papel clave en los asuntos regionales.
Motivos de convergencia entre Siria y Egipto
Mediante el mejoramiento de las relaciones diplomáticas, los líderes egipcios buscan mejorar su posición en la región como un país influyente y esto es de gran importancia, precisamente, después de los acontecimientos del Despertar Islámico que provocaron la ruptura de numerosos lazos políticos.
En otras palabras, mediante la normalización de las relaciones con Siria, los líderes egipcios tienen la intención de mejorar las relaciones con Rusia, que desempeña un papel importante en la región y tiene derecho de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU y, como consecuencia, con la ayuda de Moscú, cumplir con sus objetivos diplomáticos.
Por otra parte, las autoridades egipcias tienen muy bien en cuenta y aprecian que Siria y su aliado regional, Rusia, contrario de otros Estados, no hayan intervenido para nada en los asuntos internos de Egipto, especialmente, en lo referente a las penas de muerte sentenciada contra 95 miembros del movimiento de los Hermanos Musulmanes (HHMM).
Asimismo, las relaciones entre Egipto y EEUU no pasan por sus buenos momentos, en concreto, después de que la Casa Blanca decidiera cortar temporalmente las ayudas a Egipto, en medio de la crisis sociopolítica iniciada tras el depuesto militar del expresidente egipcio Mohamad Mursi. De mismo modo, el país norteamericano suspendió la llamada maniobra "Estrella brillante" que tenía programada realizar conjuntamente con el Ejército egipcio.
Ante esta situación, los líderes egipcios decidieron cambiar su enfoque hacia Siria y, por ende, hacia Rusia para luego poder sacar adelante sus objetivos diplomáticos.
En cuanto a los grupos terroristas, tanto Siria como Egipto tienen la misma postura, una razón para que estos dos opten por un enfoque común en su lucha contra grupos extremistas, mientras que se informan cada vez más ataques terroristas contra el pueblo y el Ejército egipcio en la península del Sinaí, en el norte del país árabe.
Por su parte, las autoridades de El Cairo han llegado a esta conclusión que de si no pueden mejorar sus relaciones con países como Siria y si se quedan con los brazos cruzados, se verán más afectadas por las actividades de grupos terroristas dentro de su territorio. Además, los gobiernos de ambos Estados (Siria y Egipto) tienen la misma postura ante los países partidarios del movimiento de los Hermanos Musulmanes (HHMM) y también los grupos terroristas que se encuentran en Siria e Irak.