Alwaght- El pasado 14 de julio, unos cien días después del comienzo de la operación militar Tormenta Decisiva, la coalición militar liderada por Arabia Saudí alegó haber logrado un triunfo considerable en Yemen.
Si bien, se dice que las fuerzas fieles al fugitivo presidente de Yemen, Abdu Rabu Mansur Hadi, patrocinado por la coalición encabezada por el régimen de Al Saud, han logrado hacerse con el control de la provincia de Adén, en el sur de Yemen, la retirada de las fuerzas del movimiento popular Ansarolá desde la ciudad capitalina de Saná es muy difícil por lo que se considera un gran reto.
Además, la retirada de las fuerzas de este movimiento popular de sus bases en la parte norteña de Yemen constituye un gran reto para la coalición saudí y los seguidores de Mansur Hadi. Sin lugar a duda, derrotar y expulsar a las fuerzas de Ansarolá desde el norte de Yemen, que es una base histórica del zeydismo, se considera un desafío insuperable para la coalición que lidera Riad.
Actualmente, los combatientes del grupo terrorista Al-Qaeda luchan en el frente anti-Ansarolá. Este mismo asunto ha desatado severas preocupaciones respecto a los esfuerzos de los elementos de esta banda terrorista para fortificar sus bases en el territorio yemení. Esta inquietud tiene su propia razón, puesto que la situación que vive actualmente Yemen ha permitido a dicha banda takfirí fortalecer su posición en el país árabe. Hasta el momento, Al-Qaeda ha tomado el control total de algunas zonas como la ciudad de Al-Mukala, capital de la provincia de Hadramaut, este de Yemen.
Entre las fuerzas anti-Ansarolá se encuentran los elementos del Movimiento del sur de Yemen (Al Harak), un grupo que en 1990 buscaba dividir el país árabe y tenía como meta declarar la independencia del Yemen del sur. Ese grupo no ve con buenos ojos a algunos políticos yemeníes en particular a Mansur Hadi.
La perspectiva yemení sigue siendo incierta. La opinión de algunos expertos, quienes pronostican que diferentes ciudades yemeníes una tras otra caerá en las manos de los partidarios de Mansur Hadi, es una opinión muy optimista y simple.
Teniendo en cuenta, los incesantes ataques saudíes contra su vecino sureño, es muy difícil enviar ayudas humanitarias a Yemen. Cabe mencionar que la crisis humanitaria en este país es muy seria a causa de las ofensivas que efectúa la coalición liderada por Arabia Saudí contra su vecino.
A pesar de que los ataques emprendidos por la coalición encabezada por Riad han provocado daños materiales y humanos en Yemen, parece imposible que la crisis que atraviesa Yemen sea zanjada sin que los grupos políticos una vez más vuelvan a sentar en la mesa de negociaciones.
La idea de que los ataques de la coalición liderada por Al Saud darán su fruto u otro pensamiento basado en que la crisis yemení será resuelta con el triunfo de las fuerzas seguidores de Mansur Hadi, son previsiones erróneas.
Las negociaciones previas de los grupos implicados en la crisis yemení que se celebró con la mediación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en junio de 2015 en Ginebra, capital de Suiza, no dio resultado alguno. Las partes no pudieron, incluso, entrevistarse juntos en una habitación.
Algunos argumentan que la toma del control de Adén por los seguidores de Mansur Hadi es un factor que permite concesiones a Ansarolá y sus aliados, es decir los partidarios del expresidente de Yemen, Ali Abdolá Saleh, pero lo que sí está claro es que Yemen, como un país pobre, con la continuación de las agresiones de la coalición liderada por Arabia Saudí, se hundirá más en la pobreza, de hecho, ahora está al punto de colapsar.