Alwaght- El enviado especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para Yemen, Ismail Ould Sheij Ahmad, declaró el martes que más de siete millones de yemeníes se enfrentan al riesgo de hambruna.
“A la mendicidad del mes sagrado de Ramadán, tenemos que recordar que siete millones de los yemeníes están en riesgo de hambruna a menos que este conflicto termine”, advirtió Sheij Ahmad en una sesión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU).
En este contexto señaló que si el conflicto se detiene, los yemeníes y sus socios en la comunidad internacional tienen la capacidad y la voluntad de reconstruir el país.
De acuerdo con Sheij Ahmad, sólo “menos del 45 por ciento” de las instalaciones médicas en el país están funcionando debido a una epidemia de cólera que ha dejado más de 500 muertos.
“La rápida propagación de la enfermedad se ha agravado por el sistema de salud inadecuado”, ha aseverado Sheij Ahmad al advertir sobre escasez de medicamentos para la diabetes, la hipertensión, el cáncer y otras enfermedades crónicas.
Por su parte, el subsecretario general de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas, Stephen O'Brien, advirtió sobre la situación de Yemen y aseveró que este país es escenario de “la peor crisis de seguridad alimentaria en el mundo”, ya que más de 17 millones de personas sufren inseguridad alimentaria y 6,8 millones “están a un paso de la hambruna”.
En un comunicado emitido el martes, O'Brien añadió que la situación de Yemen puede desembocar en un colapso social y económico al mismo tiempo que denunció la “inacción” de la comunidad internacional ante esta situación.
Yemen ha sido testigo de ataques aéreos de la coalición liderada por Arabia Saudí contra Yemen, desde marzo de 2015, los que tratan de socavar el movimiento popular Ansarolá y restaurar al expresidente fugitivo Abdu Rabu Mansur Hadi en el poder.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estimó, en su más reciente informe, que en dos años de guerra en Yemen, 12 mil civiles han muerto. Esta cifra también incluye a los que han perecido por falta de alimentos o agua.