Alwaght- Las familias de los ciudadanos fallecidos recientemente por las fuerzas bahreiníes en la aldea de Diraz, oeste de Manama, la capital, han instado al régimen de Al Jalifa entregar los cuerpos de sus hijos.
Durante las manifestaciones celebradas en esta zona, los participantes gritaban consignas contra el régimen de Al Jalifa y han declarado que quieren celebrar ceremonias funerales para sus hijos.
Esto se produce mientras que el régimen de Al Jalifa ha declarado que tiene la intención de enterrar a las victimas sin funeral.
Los clérigos bahreiníes han condenado esta decisión del régimen de Manama y han subrayado que cualquiera violación a este derecho de las familias es prohibida y se considera como una traición a Dios y la religión.
Las fuerzas del régimen de Al Jalifa atacaron el pasado martes la casa del máximo clérigo chií, el sheij Isa Ahmad Qasem, en Diraz, donde mataron al menos cinco de los manifestantes y dejaron 286 heridos.
Todo esto se produjo después de que un tribunal de Bahréin condenara el domingo al sheij Qasem, a un año de cárcel y le ordenó pagar una multa de 100 mil dinares bahreiníes (más de 265 mil dólares). La corte bahreiní además decidió confiscar las propiedades del prominente clérigo por un valor de 3 millones de dinares bahreiníes (casi 8 millones de dólares) y dos de sus casas.
El 20 de junio de 2016, el Ministerio del Interior de Bahréin informó de la revocación de la ciudadanía al sheij Qasem, al acusarlo de ser involucrado activamente en “crear un ámbito sectario” a través de contactos con poderes extranjeros, entre otros cargos.