Alwaght- Miles de bahreiníes han celebrado este viernes nuevas manifestaciones para condenar el asesinato de opositores por parte de las fuerzas del régimen de Al Jalifa en la aldea de Diraz, oeste de Manama, la capital.
En estas protestas, celebradas pese a las advertencias del régimen de Al Jalifa, los participantes han reiterado su apoyo al máximo clérigo chií, el sheij Isa Ahmad Qasem, y han rechazado el reciente asesinato de cinco de sus seguidores en Diraz.
Mientras tanto, las fuerza del régimen de Al Jalifa volvieron a lanzar gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes.
En el marco de las acciones represivas, las fuerzas del régimen de Al Jalifa también han impedido a los bahreiníes realizar rezo colectivo de este viernes en esta localidad.
Amnistía Internacional (AI) denunció el jueves que el régimen de Manama ha intensificado la represión contra la oposición de este país y la calificó de “muy alarmante”.
Por otra parte, la Asamblea de Expertos de Irán ha condenado enérgicamente la reciente incursión de las fuerzas bahreiníes contra la casa del sheij Qasem y el asesinato de sus seguidores.
En un comunicado, emitido este viernes, la Asamblea de Expertos declaró que el trato inhumano del régimen de Al Jalifa hacia el prominente clérigo chií, ha sido apoyado por Arabia Saudí y podría crear “una marea y una tormenta” que no disminuirá sino con el derrocamiento de la monarquía de Al Jalifa.
Las fuerzas del régimen de Al Jalifa atacaron el martes la casa del prominente clérigo chií en Diraz, donde mataron al menos cinco de los manifestantes y dejaron 286 heridos.
Todo esto se produjo después de que un tribunal de Bahréin condenara el domingo al sheij Qasem, a un año de cárcel y le ordenó pagar una multa de 100 mil dinares bahreiníes (más de 265 mil dólares). La corte bahreiní además decidió confiscar las propiedades del prominente clérigo por un valor de 3 millones de dinares bahreiníes (casi 8 millones de dólares) y dos de sus casas.
El 20 de junio de 2016, el Ministerio del Interior de Bahréin informó de la revocación de la ciudadanía al sheij Qasem, al acusarlo de ser involucrado activamente en “crear un ámbito sectario” a través de contactos con poderes extranjeros, entre otros cargos.