Alwaght- Al menos 115 miembros del ejército de Estados Unidos desplegados en Irak y Afganistán han sido acusados de robos, sobornos y contratos manipulados, durante su estancia en estos dos países desde 2005.
Los militares estadounidenses han sido acusados por delitos que suponen pérdidas totales por más de 52 millones de dólares, según un informe publicado el martes por el Centro para la Integridad Pública. Actualmente, estos militares cumplen condenas de prisión de entre tres meses y más de 17 años.
Uno de los casos descubiertos de sus robos se trataba de vender el combustible militar estadounidense a los ciudadanos locales en Afganistán, lo que les proporcionó más de 15 millones de dólares. Otro caso revelado constaba en ayudar a los iraquíes a robar equipamiento de una base militar, así como organizar la concesión de contratos a empresas locales a cambio de sobornos.
Cabe mencionar que algunos delitos cometidos por los soldados siguen siendo investigados, y hay registros judiciales conservados en secreto.
El ex-inspector Especial General para la Reconstrucción de Irak, Stuart Bowen, ha expresado la sospecha de que "el fraude… entre el personal militar de EEUU y contratistas era mucho más alto" de lo que él y sus colegas pudieron procesar.
Estados Unidos y sus aliados invadieron a Afganistán en 2001 con pretexto de establecer la seguridad, la cual tras más de trece años, no tuvo ningún fruto salvo una mayor inestabilidad.