Los padres de 48 menores ya reportaron oficialmente la desaparición de sus hijos.
La tragedia que golpeó a un amplio sector de Mocoa también se ensañó con los niños de la población, pues muchos fueron arrebatados por el río de lodo de los brazos de sus padres.
El número de menores que perdieron la vida durante la avalancha llegó a 62, según información del Instituto de Bienestar Familiar (ICBF).
En este último reporte se estableció que de las 62 víctimas mortales, 37 son niños y 25 son niñas. Y del total, 34 fueron identificados antes de las cinco de la tarde de ayer. Hasta el momento, 28 menores aún no habían sido identificados.
Los padres de 48 menores ya reportaron oficialmente la desaparición de sus hijos.
Hasta ahora, el ICBF ha atendido a 485 niños, de los cuales 27 fueron remitidos a Neiva y 4 a Popayán para prestarles atención médica.
En medio de la tragedia también hay momentos de esperanza, como cuando se reencontraron con sus seres queridos los 10 niños que desde el sábado estaban en un hogar de bienestar y que no sabían nada de sus familiares. Tres de ellos aún permanecen en hogares sustitutos en espera de que sus padres sean dados de alta del hospital local.
Entre los damnificados que recibieron atención del ICBF, según el reporte, estaban 23 mujeres gestantes y 14 madres en periodo de lactancia. Dos hogares sustitutos del ICBF fueron arrasados por la avalancha y los niños que estaban en esos sitios sobrevivieron.
Entre tanto, funcionarios de la sede nacional coordinan con las autoridades el traslado de 100.000 unidades de Bienestarina líquida para la seguridad nutricional de los niños menores de cinco años que hay entre los damnificados.
El trabajo de los Hogares Sustitutos –a pesar de que por la avalancha dos fueron totalmente destruidos– también ha sido fundamental para proteger temporalmente a los niños mientras se ha ido posibilitando el reintegro a sus familias.
“Seguiremos trabajando para atender a todos los niños que viven esta horrible tragedia”, explicó la directora regional del ICBF en Putumayo, Carol Burbano.
“En la mañana del domingo hice un recorrido por la zona y me reuní con la Procuradora Delegada para los Derechos de la Infancia para informarle sobre nuestras acciones y aclararle que no tenemos niños solos. Ella también recorrió los albergues y verificó la atención”, puntualizó.
En coordinación con la Policía Nacional se instalaron puestos de control en los puntos de salida del municipio para garantizar la seguridad de los menores.
En este sentido, el ICBF reiteró su llamado a toda la comunidad para que reporte ante la entidad cualquier caso de niños que encuentren solos y que necesiten ser atendidos, de tal manera que se pueda garantizar el acompañamiento permanente y velar por el bienestar de todos los niños víctimas de este desastre.
Por otro lado, Roberto de Bernardi, representante de Unicef Colombia, anunció que activaron el plan de respuesta Educación en Emergencias, Agua, Saneamiento e Higiene. Según este organismo, se suspendió la educación en Mocoa por falta de servicios públicos y son cerca de 12.000 los niños afectados.
“La educación no solo es un derecho, sino que en situaciones de emergencia ofrece protección física, psicosocial y cognitiva que no solamente puede salvar vidas, sino sostener la vida”, manifestó De Bernardi. El Ministerio de Educación aún no se ha pronunciado al respecto.
eltiempo