Al menos 22 niñas han fallecido y otras 38 han resultado heridas por un incendio registrado este miércoles en un centro de menores público de Guatemala, que se ha originado cuando las jóvenes intentaban protestar por los abusos sexuales y físicos que, según algunos familiares, sufrían en el centro.
Una fuente hospitalaria ha informado de la vigésima muerte, mientras la secretaria general del Ministerio Público, Mayra Véliz, ha asegurado que de las primeras 19, 17 fueron por quemaduras y se investigan las causas de otras dos.
Según las primeras pesquisas, el fuego fue originado por las propias internas al quemar unos colchones, tal como ha indicado a la prensa en los alrededores del Hogar Virgen de la Asunción, ubicado en la localidad de San José Pinula, el defensor de la Procuraduría de Derechos Humanos, Abde Paredes.
Supuestamente, las menores heridas y fallecidas habrían elegido este miércoles, Día Internacional de la Mujer, para protestar por los abusos sexuales y físicos que sufren en el hogar. En cualquier caso, la fiscalía está investigando los hechos y se espera que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se pronuncie, dado que en noviembre se solicitaron medidas cautelares contra el centro por las denuncias de abusos.
El resto de menores, trasladados
Mientras tanto, el resto de menores que se encontraban en el centro están empezando a ser trasladados: algunos son devueltos a sus familias y otros están siendo llevados a otros albergues.
Uno de esos jóvenes, Daniel, de 16 años, ha relatado a los periodistas entre sollozos que las niñas fallecidas estaban encerradas en una escuela bajo llave después de una revuelta que se organizó este martes, cuando 40 muchachos intentaron escapar, aunque se evitó la fuga y fueron reubicados.
El pequeño, acompañado de algunos familiares, ha señalado que las autoridades "no las ayudaron", que tardaron mucho en reaccionar y que no les dejaron entrar para socorrerlas. "Se quedaron parados. Las conocíamos. Nosotros queríamos ayudar pero no nos dejaron", ha explicado antes de abrazarse con su familia.
Un centenar de personas se han concentrado en las inmediaciones del centro de menores para pedir a las autoridades las identidades de las fallecidas y los heridos, dado que, hasta el momento, no han recibido información al respecto.
Denuncias de malos tratos
Con los ojos llorosos y la cabeza baja, padres, madres y hermanos de algunos de los recluidos exigían saber la verdad: el padre de Pablo, un niño de 14 años, ha contado a EFE que su hijo está en el centro pero desconoce su estado.
Sin embargo, no ha dudado en denunciar que, al igual que muchos otros que están dentro, es víctima de abusos: "Eso es trata de personas. Es una porquería. Tiene golpes cuando lo vengo a ver y si le pregunto quien se los hizo se molesta", asegura este hombre, que prefiere no dar a conocer su nombre, acompañado de otro de sus hijos.
Un grupo de mujeres ha detallado los testimonios que en su día contaban los pequeños, al asegurar que son "golpeados" y violados": "No son criminales ni animales. Son niños, son personas, son adolescentes", exclamaba una de ellas ante la prensa.
"La comida es más mierda. Todo es un desastre. Aquí los tratan peor que uno. Si mi hijo era un rebelde ahora con cholos [pandilleros] peor. Aquí no los cuidan nada", abundaba otras
Un centro envuelto en polémica y destinado al cierre
El Hogar Virgen de la Asunción acoge, por decisión de la Procuraduría de Derechos Humanos, a menores huérfanos, víctimas de abusos o involucrados en el tráfico de drogas. En el momento del incendio había unos 748 internos, cuando puede albergar a un máximo de 400.
El centro ha estado envuelto en la polémica desde el año pasado, ya que al menos 47 jóvenes se fugaron, lo que llevó a la Secretaría de la Presidencia, encargada de la gestión de la institución, a destituir en su momento al director.
Las autoridades investigan desde entonces los hechos y una jueza decretó el cierre progresivo del centro, lo que llevó a dos magistradas de la Corte Suprema de Justicia, entre ellas la expresidenta del organismo Silvia Patricia Valdés, a personarse en el lugar para verificar la situación.
Decenas de policías, bomberos, miembros de la Coordinadora Nacional Para la Reducción de Desastres (Conred) y la Cruz Roja, entre otros, se encuentran en el lugar, al que se prohíbe el acceso a la prensa, mientras se sacan del centro los primeros cuerpos.
rtve