Al-Waght – Todos los años en el aniversario de la masacre de cientos de miles de cristianos armenios a manos del imperio otomano, las autoridades turcas se muestran preocupadas por el reconocimiento de esta tragedia como un ‘genocidio’ por la comunidad internacional. Después del desmantelamiento de la Unión Soviética, el Gobierno de Armenia y la diáspora armenia adoptaron medidas para hacer propaganda respecto al referido suceso histórico y lograron que varios países del mundo reconocieran esta matanza como genocidio. Asimismo, un gran número de países del mundo analizaron el asunto a nivel estatal.
Las oportunidades y desafíos de este reconocimiento son de mucha importancia para Armenia y Turquía. El reconocimiento oficial del genocidio de los armenios por parte de la comunidad internacional además de reforzar la posición de la Diplomacia armenia en varios conflictos regionales como la disputa por los territorios de Nagorno Karabaj, puede aliviar las presiones políticas y económicas de Turquía durante los últimos 25 años. Este reconocimiento también puede aumentar la fuerza del poder judicial de Armenia en diferentes casos ante las instancias internacionales. Hasta el momento, 22 países de América Latina, Europa y Asia han reconocido esta masacre como genocidio. El año pasado, también el Parlamento Europeo (PE) pidió a los países miembros de la Unión Europea (UE) reconocer este genocidio.
En vísperas del centésimo aniversario del genocidio armenio, el Parlamento Europeo pidió a todos los países miembros de la UE que reconocieran oficialmente este genocidio e incitaran a las organizaciones afiliadas a la UE a ayudar al reconocimiento del genocidio armenio a nivel internacional. El miércoles 15 de abril de 2015, el Parlamento Europeo presentó la nueva resolución para reconocer y condenar el genocidio armenio a los países miembros y la mayoría de estos lo firmaron y fue adoptada esta resolución. La adopción de esta resolución se considera muy importante, porque durante los años pasados el Parlamento Europeo no consideraba el asunto del genocidio armenio a base de las normas legales, pero, la nueva resolución se ha adoptado de acuerdo con los fundamentos legales que puede ser en contra de los intereses de Turquía y a favor de Armenia.
En esta resolución, el PE, que ya había reconocido el genocidio armenio en una resolución aprobada en 1987, pidió a Turquía que reconociera la masacre de los armenios por el imperio otomano como un “genocidio” y, de este modo, mejorar sus relaciones con Armenia. Además, la aprobación de esta resolución reducirá la probabilidad de adhesión de Turquía a la Unión Europea y deteriorará las relaciones entre Ankara y los países europeos más que antes. Se puede ver las primeras reacciones y protestas de Turquía en las declaraciones del presidente de este país, Recep Tayyip Erdogan, quien afirmó antes de la votación sobre esta resolución: “Turquía ignora la nueva resolución.”
Las graves consecuencias del reconocimiento del genocidio armenio a nivel mundial para Turquía incluyen las eventuales sentencias de los tribunales internacionales que podrían obligar a Ankara a pagar la compensación y devolver los bienes confiscados de los armenios. Asimismo, el gobierno turco está preocupado por las posibles críticas y presiones de la comunidad turca, especialmente los nacionalistas extremistas y los partidos opositores. El temor a estas secuelas ha llevado al Gobierno turco, que cuenta con el apoyo estratégico de EE.UU., a amenazar a los países europeos con cortar las relaciones bilaterales en el caso de un posible reconocimiento de la masacre de los armenios como genocidio. Sin embargo, los recientes acontecimientos internacionales y la importancia de esta histórica tragedia para la opinión pública a nivel mundial podrían neutralizar los esfuerzos de Turquía para impedir este reconocimiento.