Alwaght- Varios líderes europeos condenaron las políticas migratorias del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que prohíben la entrada de inmigrantes y musulmanes al país norteamericano.
La canciller alemana, Angela Merkel, criticó el lunes esta decisión de Trump y aseguró que el Gobierno de Berlín “analiza” la situación de sus ciudadanos afectados por esta decisión y aseveró que se adoptarán las medidas para defender sus derechos “en coordinación con la Unión Europea (UE)”.
“Desde la Cancillería se está haciendo todo lo posible por aclarar la situación de esos ciudadanos”, añadió Merkel, quien aseveró que la guerra contra el terrorismo “no justifica” colocar bajo sospecha a personas en función de su procedencia o religión.
Las fuentes estatales alemanas cifraron el lunes en decenas de miles el número de personas con doble nacionalidad afectadas por esas restricciones: unos 80 mil ciudadanos de origen iraní, otros 30 mil iraquíes, 25 mil con pasaporte sirio y más de mil originarios de Sudán.
Por otra parte, el canciller británico, Boris Johnson, calificó de “divisorio” y “equivocado” la decisión de Trump que impide la entrada de ciudadanos de varios países musulmanes.
Johnson subrayó, en un mensaje en su cuenta de Twitter, que el Gobierno británico protegerá a sus ciudadanos, muchos de ellos con doble nacionalidad, que estén en el Reino Unido o fuera.
El ministro holandés de Asuntos Exteriores, Bert Koenders, también exigió el lunes “una explicación y clarificación” de la decisión de Trump y advirtió de que tomarán “las medidas necesarias” en el marco de la Unión Europea (UE) para proteger los derechos de sus ciudadanos, en referencia a los holandeses con doble nacionalidad.
En la misma jornada del lunes, Trump despidió a Sally Yates, la fiscal general interina y responsable temporal del Departamento de Justicia que se había negado a defender en los tribunales su decreto migratorio. Trump nombró temporalmente a Dana Boente, abogado del Distrito Este de Virginia para sustituir a Yates.
El polémico decreto, firmado el viernes por Trump, llama a la suspensión inmediata de la migración de países supuestamente vinculados al terrorismo como Siria, Yemen, Sudán, Somalia, Irak, Irán y Libia, por un plazo de 90 días.