Alwaght- La crisis siria, iniciada en febrero de 2011, ha recibido la atención de las potencias a nivel regional e internacional. El último acontecimiento en Siria ha sido el inicio de un nuevo alto el fuego mediado por Rusia y Turquía. Una resolución que apoya este cese el fuego fue aprobada el sábado por el Consejo de Seguridad de la ONU. La tregua entró en vigor el día 30 de diciembre. Aparentemente, el objetivo es allanar el terreno para un cese de hostilidades duradero en todas las partes de Siria con el fin del envío de ayudas humanitarias para los sirios, así como abrir el camino para los diálogos entre las partes implicadas en el conflicto.
A pesar de la incertidumbre que existe respecto a que se logran o no esos objetivos, el reciente acuerdo sobre la tregua marcó un hito de inflexión en la crisis siria y el futuro del Oriente Medio. Las partes implicadas en el alto el fuego y el proceso que condujo a un acuerdo entre Moscú y Ankara son de suma importancia. El papel de Erdogan y Putin en el establecimiento de esta tregua tiene varias dimensiones que deben ser analizadas en el marco de cuatro ejes:
El papel de Teherán en el acuerdo de la tregua:
Una de las cuestiones que ha llamado la atención de los expertos políticos ha sido la ausencia de Irán entre las partes implicadas en el acuerdo trilateral Rusia-Siria-Turquía. Aunque Irán no fue mencionado como uno de los protagonistas del acuerdo, el canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif, expresó el apoyo de Irán a la tregua y mantuvo contactos con las autoridades turcas y rusas para manifestar la satisfacción de Teherán sobre la entrada en vigor del cese de hostilidades.
Si analizamos con exactitud la reacción de Zarif, nos da cuenta de que Irán ha estado al tanto de las negociaciones sobre el acuerdo y el contenido del mismo. Incluso puede imaginarse que la falta del nombre de Irán en el acuerdo se ha producido intencionalmente. Teniendo en cuenta los diálogos y las relaciones entre Teherán, Moscú y Ankara en los últimos meses, el papel clave de Irán en los acontecimientos en Siria sobresale más. Se puede considerar que el hecho de que Irán no haya sido presentado como una de las partes del acuerdo es un intento para calmar a Arabia Saudí y los grupos armados apoyados por Riad para que esos últimos sean más comprometidos a respetar la tregua.
Separar a los terroristas de los grupos comprometidos con la tregua
En el reciente acuerdo, una de las medidas de las partes involucradas para garantizar que el alto el fuego sea duradero es la separación entre grupos armados que operan en Siria. Según la lista del Ministerio ruso de Defensa, el número de los miembros de los grupos armados incluidos en la tregua llega a 50 mil. Los grupos Yeish al-Islam, Muyahid al-Sham, Yeish al-Muyahidin, Yeish Idlib y Frente al-Sham están incluidos en la lista de las partes de la tregua, mientras Daesh y Fatah al-Sham (el antiguo Frente al-Nusra) han quedado fuera del acuerdo por ser considerados como organizaciones terroristas.
Desde el inicio de la crisis siria en 2011, las autoridades turcas han adoptado posturas firmes en contra del gobierno sirio y no han escatimado ningún esfuerzo para derrocar al presidente sirio Bashar al-Asad. Esta política dio lugar a tensiones entre Turquía y sus vecinos, incluidos Irán e Irak. Sin embargo, en los últimos meses y tras la renuncia del exprimer ministro Ahmet Davutoglu, Ankara dio un giro en sus políticas respecto a los acontecimientos en Siria y en todo Oriente Medio.
La reunión entre Erdogan y Putin en agosto de 2016 en Rusia marcó un hito en los acontecimientos en la región. A continuación, se produjeron la visita de Zarif a Ankara y la de su par turco, Mevlut Cavusoglu, a Teherán. Con estas visitas, comenzó una nueva etapa en los acuerdos políticos entre los tres países sobre Siria.
Marginar a EEUU respecto a los acontecimientos en Siria
La nueva tregua entró en vigor a finales de diciembre. Rusia supervisa el cese de hostilidades y a continuación se celebrarán diálogos para el logro de una solución diplomática y duradera. Todo indica que el acercamiento de Turquía a Rusia ha allanado el terreno para el inicio de los esfuerzos de los mismos sirios para resolver la crisis del país árabe, sin las injerencias de Estados Unidos. Según las autoridades rusas, las conversaciones entre el gobierno sirio y los opositores comenzarán el 8 de febrero de 2017 en Kazajistán; hecho que muestra la desesperanza de Erdogan ante las políticas de Occidente y su intento para formar una coalición junto con Teherán y Msocú.