El éxito es muy escurridizo: se resiste pese a que trabajamos duro para alcanzarlo y cuando llega no nos proporciona felicidad. El millonario David Heinemeier Hansson tiene la respuesta a este dilema.
El danés David Heinemeier Hansson, un programador prodigio que se hizo millonario antes de cumplir 30 años, tiene mucho que decir sobre la felicidad, escribe la revista Inc., que ha entresacado tres ideas principales de una entrevista de más de tres horas del millonario con The Tim Ferriss Show.
No dejar de lado la vida personal mientras buscas el éxito
Si sacrificamos todo por el trabajo, cuando se alcanza el éxito uno, de repente, ve que se ha quedado sin familia, sin amigos, y sin sus hobbies favoritos, por la sencilla razón de que no les prestó la debida atención durante años. ¿Cómo se puede ser feliz cuando uno vende de repente su negocio por una fortuna y se queda sin otra cosa que el dinero? La receta de la felicidad, en este caso, consiste en dedicar tiempo a otras actividades, aunque sea mínimamente.
Sacrificarlo todo no nos hace más felices
Heinemeier y su compañero, que manejan una empresa exitosa dedicando 40 horas a la semana, rechazan de plano la idea de que trabajar a destajo conlleve alcanzar el éxito y la felicidad de forma inminente. Por el contrario, creen que "el ahora es todo lo que tenemos", por lo que resulta imprescindible disfrutar al máximo del tiempo del que disponemos.
Debemos centrarnos en el proceso y no en el éxito
El éxito suele ser un concepto muy vago y escurridizo. Además, hay quienes suelen desplazar sus metas sin querer cuando parece que están a punto de alcanzarlas. Según Heinemeier, debemos centrarnos en aquella parte del camino que nos motiva.
actualidad