Al-Waght- Durante los últimos meses el precio del petróleo cayó de 115 a 60 dólares por barril, es decir, su nivel más bajo en los últimos cuatro años. Sin duda esta drástica caída de los precios en el mercado petrolero no puede ser algo normal, porque se produjo mientras todos los expertos en el campo de energía pronosticaban una subida de precios.
La mayoría de los analistas creen que esta alza de costos forma parte de una conspiración estadounidense-saudí para presionar a los países como Rusia e Irán. Esta hipótesis, si es cierta, demuestra que el Occidente busca emplear todos los medios para debilitar a sus rivales a nivel internacional. Lo que refuerza esta hipótesis es el daño que puede sufrir la producción de petróleo en Estados Unidos. Po lo tanto, se puede concluir que las causas de la subida de los precios de crudo son mucho más políticas y geopolíticas que económicas y técnicas.
La producción del crudo de Rusia en el año 2013 llegó a 523 millones de toneladas, registrando un aumento de 5,2 millones de barriles en comparación con el año anterior, lo que muestra la creciente dependencia de Rusia al petróleo. Por consiguiente, la caída de los precios del crudo podría dejar consecuencias negativas en los planes económicos de Kremlin. Por otra parte, Moscú sufre un daño anual equivalente a unos 40 mil millones de dólares debido a las sanciones del Occidente por la crisis en Ucrania. La caída de los precios en el mercado petrolero también ha causado un daño de entre 90 y 100 mil millones de dólares al año. Alrededor de dos tercios de los ingresos de Rusia viene de la venta de gas y petróleo, por lo que es considerable el daño que provocan las sanciones impuestas por el Occidente y la caída del precio de la energía en la economía de Rusia.
A pesar de las graves consecuencias del descenso del precio de petróleo en la economía rusa, el Kremlin trata de impedir que este asunto afecte a sus políticas exteriores. Además, existen varias razones para decir que Estados Unidos y sus aliados como Arabia Saudí no pueden mantener bajos los precios de crudo por mucho tiempo. Entre estas razones se pueden destacar las siguientes:
1. EE.UU. y Arabia Saudí no son los únicos actores en el mercado de energía y que la continuación de la situación actual motivará a otras potencias energéticas a tomar medidas.
2. Los precios actuales también pueden perjudicar la economía de Riad y Washington a largo plazo, ya que estos países son productores de crudo. Por lo tanto las autoridades estadounidenses y saudíes no tendrán otro remedio que aumentar los precios.
3. Rusia, como uno de los mayores exportadores de petróleo, puede disminuir su producción para ayudar a aumentar los precios.
4. Otros asuntos como las situaciones inestables en Libia e Irak también pueden influir en los precios del mercado petrolero.
5. La caída del precio de petróleo beneficiará algunos rivales económicos y comerciales de Estados Unidos como China. Pekín puede aprovechar esta oportunidad para producir productos más baratos y de esta manera conquistar el mercado, algo que no agradará a EE.UU.
Aunque la situación actual del mercado mundial de energía no es favorable a Rusia, las evidencias demuestran que los precios no pueden mantenerse a estos niveles por mucho tiempo.