Al-Vaqt- Después de la muerte de Abdolá bin Abdulaziz Al Saud, su viejo y enfermo príncipe heredero Salman bin Abdulaziz llegó al poder en Arabia Saudí. Nada más ocupar el trono, Salman insistió en seguir las políticas generales de su predecesor, sin embargo, estas declaraciones precedieron una ola de despidos en el Ejecutivo, la cual parecía más a un golpe de Estado. Según los medios locales, Salman despidió a varias figuras allegadas al rey difunto y las reemplazó por sus simpatizantes.
En cuanto a las políticas regionales e internacionales, parece que Arabia Saudí seguirá el mismo camino. Sin duda, en el campo de la política exterior, el nuevo monarca saudí no puede llevar a cabo los cambios necesarios con tanta velocidad. Las relaciones con Estados Unidos son una de las más importantes partes de la política exterior de Arabia Saudí. Debido a la cercanía de Washington y Riad durante las últimas décadas no se esperan cambios profundos en las relaciones de ambas partes. Las autoridades saudíes coinciden en que no son capaces de mantener su poder frente a los rivales internos sin el apoyo de EE.UU. Por lo tanto, puede ser muy significante la elección de Mohamad in Nayef, un personaje reconocido por sus estrechos lazos con los servicios de inteligencia estadounidense, como el vice príncipe heredero el ministro Interior de Arabia Saudí. Los estadounidenses también están contentos con esta elección, ya que además de tener buenas relaciones con Washington, Bin Nayef como la primera figura de la segunda generación de Al Saud que llega al poder puede dar inicio a una reforma en la estructura política del país árabe. Esta elección también puede disipar las preocupaciones sobre el futuro político de Arabia Saudí, teniendo en cuenta la enfermedad del actual rey saudí.
Sin embargo, un gran número de variantes pueden influir en los vínculos entre Washington y Riad, cada uno de los cuales deben ser estudiados para analizar las relaciones entre los dos países. Uno de los asuntos a considerar es el partido gobernante en Estados Unidos. Los demócratas y republicanos tienen posturas e ideas diferentes acerca de temas como los derechos humanos y reformas en Arabia Saudí, aunque estos asuntos normalmente son ignorados por parte de las autoridades norteamericanas.
El programa de energía nuclear de Irán también es otro asunto importante en las relaciones entre Arabia Saudí y Estados Unidos. En los últimos años de vida del rey Abdolá, Riad ha manifestado claramente su indignación por los diálogos nucleares con Irán. Una vez, el fallecido monarca había instado a los estadounidenses a “cortar la cabeza de la víbora”, en alusión al país persa. Entretanto, Arabia Saudí incluso creó una alianza con el régimen de Israel contra Irán. Las primeras declaraciones del Salman bin Abdulaziz durante su encuentro con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, demuestran que el nuevo monarca también busca seguir las mismas posturas respecto al caso nuclear iraní.
La crisis en Siria y las relaciones con el Gobierno del presidente sirio, Basar al-Asad, también es otro punto clave en los nexos de Riad y Washington. Mientras EE. UU. prioriza la lucha contra el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) en Siria, las autoridades saudíes consideran mucha más importancia al derrocamiento de Al-Asad, como un aliado estratégico de Irán en la región. Las autoridades saudíes han manifestado en varias ocasiones su furia por la negativa de EE. UU. a lanzar una intervención militar en Siria. De momento, no se espera cambios inminentes en la postura de Riad acerca de la crisis en Siria.
Otros asuntos como el apoyo de Arabia Saudí a los grupos terroristas y extreminstas, la postura de Riad y Washington hacia las crisis políticas en los países árabes como Egipto, Baréin y Yemen, así como los llamados diálogos de paz en Oriente Medio, son decisivos en las relaciones de los dos países.
Obviamente, las relaciones entre Estados Unidos y Arabia Saudí, sin registrar cambios radicales, seguirán estrechas, mientras el nuevo monarca saudí parece tener planes para reforzar aún más los lazos con el país norteamericano. Por otra parte, la visita de una delegación de 30 autoridades de alto rango de Estados Unidos, encabezada por el presidente Obama, junto con otras prominentes figuras republicanas a Arabia Saudí muestra la seria intención de Washington para acercarse a Arabia Saudí.