Alwaght- El secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, Ali Shamjani, ha declarado este martes que la reciente resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) busca preparar el terreno para el despliegue de oficiales de inteligencia extranjeros en la provincia de Alepo, bajo la cobertura de observadores de las Naciones Unidas.
Shamjani se ha referido a la resolución, redactada por Francia, que fue aprobada el lunes, y ha declarado que el documento priorizó la evacuación de los terroristas de Alepo sobre la salida segura de civiles en zonas terroristas.
Al calificar la liberación de Alepo como “el gran logro militar” para el Ejército sirio, Shamjani ha añadido que la mencionada resolución ha ignorado el papel que ha desempeñado el Gobierno sirio en la liberación de esta provincia.
“Este comportamiento inaceptable de Occidente y de algunos países de la región demuestra que el enfoque del uso instrumental del terrorismo para objetivos políticos tiene dimensiones estratégicas”, ha aseverado el alto funcionario persa.
En otras partes de sus declaraciones, Shamjani ha insistido en la firme voluntad de Irán y Rusia para continuar cooperaciones en la lucha contra el terrorismo y el apoyo al Gobierno legítimo de Siria.
Al refriese a los intentos para violar la soberanía nacional de siria, Shamjani ha declarado que tras seis años de la guerra en Siria, el mundo ya sabe que las soluciones policías son mejores que las militares y que es el Gobierno sirio, quien debe decidir sobre el futuro de este país.
Finalmente, expresó su esperanza en que los terroristas, tras su fracaso en Alepo, elijan la opción de realizar negociación con el Gobierno de Damasco.
Las tropas sirias liberaron el pasado martes completamente la provincia de Alepo que desde 2012, está dividida; de manera que el Gobierno de Damasco controla el oeste y los grupos armados controlan el este de la urbe que desde hace varios meses están sitiados por las tropas sirias.
Tras esta victoria, Rusia, Turquía y los llamados “rebeldes” alcanzaron un acuerdo, según el cual, los terroristas y varios civiles heridos debían abandonar Alepo hacia el destino que elijan, incluida la vecina ciudad de Idlib.