El líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, falleció en La Habana a la edad de 90 años. El longevo político podría no haber vivido tantos años de no haber burlado los más de 600 complots que se urdieron para eliminarlo.
Las balas, los explosivos, el veneno ni ningún otro medio logró quitarle la vida: desde el inicio de la Revolución Cubana, FIDEL CASTRO se convirtió en objetivo de centenares de ataque, y tras el triunfo del movimiento revolucionario en Cuba la Administración de Washington pasó a considerarlo la principal amenaza para los intereses de EE.UU. en América Latina.
Pero el propio Fidel hizo otros comentarios sobre sus posible peor enemigo: en 1995, en una entrevista en la misión cubana de las Naciones Unidas para la cadena Telemundo, Castro comentó: "¿Mi peor enemigo? Yo creo que no tengo enemigos peores, porque creo que todos los enemigos se pueden vencer".
Los intentos para lograr su "desaparición física" comenzaron desde el mismo momento en que encabezó la Revolución Cubana en 1959, y dieron inicio a una lista de 638 atentados. El último fue en 2008.
En su último discurso el 19 de abril de 2016 ante el Séptimo Congreso del Partido Comunista de Cuba, el propio Castro anunció: "Pronto deberé cumplir 90 años, nunca se me había ocurrido tal idea y nunca fue fruto de un esfuerzo, fue capricho del azar".
Para asesinar al famoso líder según varias fuentes fueron consideradas varias ocasiones y medios, desde francotiradores, explosivos colocados en sus zapatos o veneno inyectado en un puro, hasta una pequeña carga explosiva dentro de una pelota de béisbol, entre otras variantes. Las más peculiares son las siguientes:
1- Supuestamente la CIA habría tratado de eliminar a Fidel Castro usando un explosivo envuelto en un puro durante la visita de Castro a las Naciones Unidas en septiembre de 1960.
2- La CIA también habría contemplado la posibilidad de gasear una emisora de radio donde Castro estaba dando un discurso en directo con un aerosol que contenía una sustancia similar al LSD. El plan consistía en que Fidel enloqueciera mientras se dirigía en vivo a la nación.
3- Un poco más tarde tuvo lugar un caso digno de una película de James Bond, cuando Marita Lorenz, amante de Castro, presuntamente fue contratada por los estadounidenses para envenenar al líder cubano, aunque en el último momento decidió no hacerlo.
4- Un método que no debía terminar con la vida de Fidel pero sí hacerle perder la barba era poner sal de talio en sus zapatos o en los puros que fumaba. Este producto químico que se utiliza en soluciones depilatorias debía provocarle la caída del vello facial y demostrar a los cubanos que su presidente era débil y falible.
Los servicios de inteligencia cubanos calcularon que hasta 2007 se habían planeado un total de 638 intentos de asesinatos contra Fidel Castro, de los que fueron ejecutados más de un centenar.
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