Alwaght- Mientras Arabia Saudí enfrenta un déficit presupuestario de unos 81 mil millones de dólares debido a la guerra en Yemen y apoyo a grupos terroristas en la región y ha tomado medidas de austeridad como la suspensión de varios proyectos económicos, la llegada al poder de Donald Trump en EEUU ha creado la posibilidad de que Washington reduzca su respaldo a las políticas saudíes en la zona. Tal situación podría aumentar las expectativas de que la crisis yemení se resuelva en un futuro cercano. Por otro lado, los propios yemeníes, liderados por el movimiento Ansarolá, están allanando el camino para la creación del Parlamento y un Gobierno de Unidad Nacional.
Los acontecimientos en Yemen desde el comienzo de la campaña militar saudí contra este país han mostrado que sería difícil adivinar el futuro político en Yemen. El elemento clave que determinará el rumbo de los acontecimientos son las victorias y derrotas en el campo de batalla.
La situación en Yemen todavía está ambigua y lo que cambia los acontecimientos sobre el terreno será el nivel de la capacidad de las partes involucradas en la crisis yemení y su postura sobre el conflicto en este país. Todavía hay esperanzas sobre el éxito de los diálogos de paz sobre Yemen pese a la continuidad de las violaciones a la tregua por parte de Riad. Está claro que Ansarolá, recibiendo apoyo de diferentes tribus yemeníes, ya es considerado como un movimiento poderoso y su coalición con su enemigo antiguo -el expresidente Ali Abdolá Saleh- mostró que este movimiento entiende muy bien la situación política y tiene bastante flexibilidad para adaptarse con nuevas circunstancias. Esta situación ha hecho que incluso los saudíes reconozcan en algunas ocasiones a Ansarolá como una de las partes principales de las negociaciones de paz.
Sin embargo, lo que ha llevado a los diálogos a un callejón sin salida y la continuidad de las operaciones saudíes ha sido dos elementos:
Primero: Los asuntos abordados durante las conversaciones
Los saudíes y la delegación del expresidente fugitivo Abd Rabu Mansur Hadi tienen demandas excesivas como la retirada de Ansarolá de las regiones que controlan. Sería imposible que Ansarolá acepte esta demanda ya que quien pierda el terreno en Yemen no podrá imponer sus condiciones durante los diálogos.
Segundo: Ataque saudí a las infraestructuras de Yemen
El objetivo principal de Arabia Saudí ha sido destruir la infraestructura de Yemen durante una guerra de desgaste para crear caos y una catastrófica situación humanitaria para obligar a Ansarolá que se rinda ante las condiciones de Riad en los diálogos. No obstante, la resistencia de los yemeníes por un lado y el aumento de los gasto de Riad por otro ha complicado la situación para los Al Saud.
En cualquier caso, a pesar de que todavía no se puede pronosticar la situación en Yemen, teniendo en cuenta la disminución de la capacidad militar saudí, sería posible que Ansarolá y sus aliados tengan un mejor futuro.