Alwaght- La multitudinaria marcha de Arbain (ritual religioso que marca cuarenta días después del martirio del imam Husein, el tercer imam de los musulmanes chiíes) representa las capacidades culturales de este evento desde la perspectiva geocultural. En otras palabras, la ceremonia internacional da a conocer la profundidad de los nexos culturales en las cuales está basado el sistema político-militar del chiismo en la región. Este sistema tiene características especiales que le difieren de sus rivales regionales. Los principios de dicha diferencia se acentúan en la gran congregación de Arbain , como el acontecimiento cultural más importante de esta escuela religiosa. De esta manera, estudiar los diversos aspectos de esta congregación humana revela los terrenos culturales de los movimientos chiíes, sobre todo en los 38 años después de la victoria de la Revolución Islámica de Irán.
1. Mantener la paz y seguridad internacional
El término ‘pacífico’ que conlleva el título del evento muestra la esencia pacífica de la comunidad chií. Desde 2003, tiempo en que fue derrocado el sistema baasista en Irak, todos los años en Arbain millones de peregrinos acuden al santuario del imam Husein (la paz sea con él) en Karbala. En 2004, el número de personas que viajaron a Karbala fue casi igual a la cifra de la multitud que realiza cada año el mayor peregrinaje (Hach) en La Meca, es decir cuatro millones. No obstante, esta cifra aumentó de manera significativa en los siguientes años, así que en 2009 y 2010 entre 10 y 14 millones de peregrinos viajaron a Karbala para participar en la marcha de Arbain y el año pasado esa santa ciudad acogió a más de 20 millones de enlutados.
La única congregación humana que es mayor que la marcha de Arbain se considera el ritual Kumbh Mela en la religión hindú, dura dos meses y tiene lugar tres veces cada 4 años. Así mismo, anualmente el templo budista de Sensō-ji en Japón recibe entre 20 y 30 millones de personas, incluyendo turistas extranjeros. También cada año entre 7 y 10 millones de peregrinos visitan la Meca y Medina durante los rituales del Hach. Últimamente, el número total de los católicos que viaja al Vaticano no llega a los 18 millones en un año.
La enorme multitud de la gente se reúne en Karbala, la urbe ubicada a unas decenas kilómetros de una guerra a gran escala. La peregrinación de Arbain , varias veces mayor que los casos similares, no cambia su naturaleza cultural, respeta las fronteras y reglas internacionales, no pone en peligro la seguridad de la región y reconoce las variedades nacionales y sectarias. La red política-militar chií de la región disfruta de esas mismas características así que las fuerzas chiíes no se consideran como una amenaza para la seguridad e intercambian fácilmente con los grupos y las personas de otras sectas religiosas.
2. Modelo de trans-nacionalismo en Asia occidental
Aunque los gobiernos de Irán e Irak mantienen la seguridad de la congregación de Arbain , esta marcha no es organizada por ninguna institución oficial, tampoco ha habido una invitación para celebrarla. Las diferentes nacionalidades procedentes de 60 países participan en el evento sin contar con posibilidad alguna suministrada por sus gobiernos o beneficiarse de las instalaciones comunes de un viaje normal.
El año pasado, sólo el 6 por ciento de la población de Bahréin, casi 60 miles de peregrinos, viajaron a Karbala, mientras que es de recordar que el régimen monárquico que gobierna en este país ha tomado severas medidas de seguridad contra los chiíes después del despertar islámico.
La espontaneidad de esta congregación muestra una capacidad transnacional en el Asia occidental. La transnacionalidad se considera como un nuevo fenómeno en el sistema internacional y desempaña un papel importante en esta época de transición que reina en los estados regionales.
La transnacionalidad chií es un proceso en desarrollo que representa un fenómeno geocultural creado por una identidad política en el escenario regional, que fue fortalecido después de la Revolución Islámica de Irán y presagia la presencia de actores transnacionales pacíficos y enfoques prometedores en la región.
3. La alianza entre suníes y chiíes en vez del takfirismo
Las fuentes han anunciado la presencia masiva de los suníes en las ceremonias de Arbain. Según Islamic Finder, uno de los espectáculos en Arbain es que los peregrinos son procedentes de todas partes del mundo. No solo los fieles de las religiones monoteístas, sino también los indios y los budistas envían cada año representantes a Irak para tomar parte en las ceremonias. Los expertos consideran que las ceremonias de Arbain, en las que participan tanto los suníes como los chiíes, podría reforzar la unidad nacional en Irak.
Una delegación religiosa del Vaticano, junto a un grupo de autoridades cristianas iraquíes, recorrieron hace dos años un camino de un kilómetro hacia Karbala. De igual modo, este año una misión del Vaticano, encabezada por Liberio Andreatta, ha participado en el peregrinaje hacia Karbala. Este multilateralismo se produce mientras Daesh y otros grupos takfiríes están secuestrando a las mujeres izadíes y matando a los suníes y chiíes. Durante los últimos años, los combatientes chiíes han luchado junto a los fieles de otras religiones contra el régimen israelí y Daesh y su éxito se debe a su buena interacción con los fieles de otras religiones, el hecho que pone de manifiesto la capacidad del chiismo para mantener interacciones con otras religiones.
4. La necesidad de ampliar la red económica
La geocultura chií con sus actuales características es considerada un nuevo actor en la región de Asia Occidental. Este fenómeno es nuevo porque desempeña un papel internacional y no está incluido en el sistema clásico internacional. Las políticas de los chiíes, el firme apoyo de Irán a la geocultura chií y al mismo tiempo la insistencia de Teherán en la necesidad de la unidad entre los musulmanes y sobre todo las posturas sagaces del Líder de la Revolución Islámica y los acontecimientos regionales son los elementos más importantes que han apoyado el crecimiento de este actor en la zona. Le geocultura chií ha experimentado muchos éxitos en los campos político y cultural. La región de Asia Occidental está experimentando una amplia red política y cultural llamada geocultura chií que desempeña un rol muy importante. Sin embargo la geocultura chií no ha influido el área económica.
Aunque los campos político y cultural tienen muchas capacidades, el área económica también es de importancia ya que en un corto plazo refuerza los vínculos más que la cultura. Irá e Irak, como dos países de mayoría chií son miembros de OPEP. Mientras, los chiíes en algunos países ribereños del Golfo Pérsico como Kuweit gozan de una mejor situación económica.
La población de los chiíes en Irak y El Líbano ha crecido mucho. La geografía cultural chií abarca las regiones económicas importantes como el Golfo Pérsico, el Mediterráneo, Europa, Cáucaso y Asia Central. Además, hay una gran población de consumidores en los países chiíes que podría beneficiar la economía de esas naciones. El hecho de prestar atención a estas capacidades podría reforzar los vínculos entre los campos político y cultural y así fortalecer la posición de los chiíes en el futuro de la región.