El mapa llevaba a una pequeña ciudad en el sudoeste de Polonia, que pasó nuevamente a formar parte de ese país tras la Segunda Guerra Mundial.
Dos jóvenes alemanes viajaron 500 km desde Hamburgo hasta la ciudad polaca de Lubomierz, en Baja Silesia, con el fin de encontrar un tesoro escondido, informa el portal de la ciudad Lubomierz.pl. Para localizarlo, utilizaron un mapa que, según ellos, había sido dibujado por su abuelo, quien vivió allí un tiempo y aseguraba que había enterrado un tesoro antes de abandonar la ciudad en 1952.
Al llegar a esta pequeña ciudad de unos 2.000 habitantes, los jóvenes solicitaron la ayuda de una mujer local, a la que pidieron prestada una pala. La mujer consideró un tanto sospechoso ese pedido, por lo que llamó a la Policía. Por su parte, en aquel momento los agentes del orden prohibieron la ejecución de excavaciones en el sitio hasta que se contara con un permiso oficial por parte de las autoridades. Una vez emitida la orden, la Policía acompañó a los jóvenes en su extraña búsqueda.
Resultó que el abuelo tenía razón. En el lugar se encontraron dos jarrones rotos que contenían un reloj, varias joyas, monedas del siglo XIX y un porta cigarros que data del año 1935. Los artículos fueron enviados para un análisis especializado, y de encontrarse que cuentan con un valor histórico, serían enviados al museo de la ciudad.
La pequeña ciudad de Lubomierz formó parte de Polonia, República Checa y Alemania. Después de la Segunda Guerra Mundial regresó a la jurisdicción polaca. Y no es la primera vez que se da a conocer por este tipo de hallazgos. En 1972, unos niños que jugaban cerca de una vieja iglesia encontraron una copa que contenía monedas de oro de varios países europeos. Asimismo, durante la reconstrucción de un edificio administrativo, llevada a cabo en 2008, los trabajadores encontraron un lugar secreto donde se guardaban documentos redactados entre 1802 y 1874.
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