Alwaght- Arabia Saudí expresó su ira por la aprobación de una ley, por el Senado de Estados Unidos, que permitirá a las familias de las víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2002 demandar a Riad por sus vínculos con los autores.
Así lo anunció el jueves un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Arabia Saudí, bajo la condición del anonimato, y advirtió a Washington de las “desastrosas consecuencias” de esta ley antisaudí.
Además instó al Congreso de Estados Unidos a “adoptar medidas necesarias para contrarrestar las consecuencias desastrosas y peligrosas” de la ley y añadió que era “una fuente de gran preocupación”.
Esta ley “debilita la inmunidad de los Estados, y tendrá un efecto negativo en todos los países, incluyendo Estados Unidos” así como afecta las relaciones entre Riad y Washington.
Al referirse a la oposición de varios funcionarios estadounidenses, entre ellos el presidente Barack Obama, a la ley antisaudí, el portavoz de la Cancillería saudí alegó que varios países del mundo también han expresado su rechazo a esta legislación.
Esto se produjo un día después de que el Senado de Estados Unidos aprobara, con 97 votos a favor y 1 en contra, y dos abstenciones, el proyecto de Ley de justicia contra los patrocinadores del terrorismo (JASTA, por sus siglas en inglés).
Para que entre en vigor esta decisión del Senado, fue necesaria la aprobación de dos tercios de la Cámara de Representantes. Por lo tanto, con 348 votos a favor y 77 en contra, los legisladores de la Cámara Baja estadounidense también apoyaron dicha legislación.
La votación del Senado fue un golpe para el mandatario estadounidense, quien vetó el pasado 23 de septiembre el proyecto de Ley JASTA argumentando que erosionaría la doctrina de la inmunidad soberana y expondría EEUU a demandas procedentes de todo el mundo.
Esta decisión de Obama se produjo en medio de advertencias de funcionarios del Departamento de Defensa de Estados Unidos (Pentágono) y los analistas políticos que la aprobación de la ley podría poner en peligro las tropas estadounidenses y los intereses de Washington.
Después de la votación del Senado, Obama calificó como un “error” y “peligroso precedente” la aprobación de esta ley y aseveró que se trató de “un voto político”.
Fue la primera vez que el Congreso de Estados Unidos invalida un veto presidencial a una ley desde que Obama llegó a la Casa Blanca en 2009.
Por su parte, Salman al-Ansari, presidente de un comité privado para la promoción de las relaciones entre Riad y Washington indicó el jueves que “Arabia Saudí recibió una puñalada por la espalda con esta ley irracional e irrealista”.
Según las investigaciones sobre los atentados del 11-S, dirigida por la Agencia Central de Inteligencia (CIA, en inglés) junto con otros cuerpos policiales estadounidenses, 19 secuestradores de Al-Qaeda que subieron a bordo de los cuatro aviones con los que perpetraron estos atentados, fueron 15 ciudadanos de Arabia Saudí, dos de Emiratos Árabes Unidos (EAU), uno de Egipto y otro de El Líbano.
Esto fue revelado después de que el pasado 15 de julio, el Congreso de Estados Unidos publicara el informe de 28 páginas, hasta ahora secreto, que intenta esclarecer el posible papel de Arabia Saudí en los atentados del 11 de septiembre de 2001 que dejaron más de 3000 muertos.
Arabia Saudí había advertido anteriormente al Gobierno de Washington de que retirará sus inversiones de ese país si el Congreso aprueba la ley que permitiría responsabilizarle de los atentados del 11 de septiembre.