Alwaght- Bahréin y varios países del mundo han sido este viernes escenario de manifestaciones con motivo del día de solidaridad internacional con la nación bahreiní, el cual fue convocado por los partidos opositores.
Las manifestaciones fueron celebradas en muchas capitales de todo el mundo como Londres (El Reino Unido), Berlín (Alemania), París (Francia), Beirut (El Líbano), Islamabad (Paquistán) así como la capital de Bahréin, Manama, entre otras.
Los iraníes asimismo han celebrado manifestaciones en varias ciudades del país como la ciudad santa de Qom (sur) y Mashhad (noreste).
En todas estas manifestaciones, los participantes han condenado las medidas del régimen de Al Jalifa contra los clérigos chiíes y el pueblo bahreiní, especialmente el máximo clérigo chií del país, el sheij Isa Ahmad Qasem, cuya ciudadanía fue revocada el pasado mes de junio.
La celebración del día de solidaridad internacional con el pueblo bahreiní se celebra asimismo con el fin de condenar la opresión sectaria del régimen de Al Jalifa, según las fuentes estatales.
Varios grupos opositores y religiosos de Bahréin llamaron en un mensaje a los musulmanes de todo el mundo a participar en las concentraciones y protestas para condenar las medidas y acciones del régimen de Al Jalifa contra los líderes religiosos de alto rango, especialmente el sheij Qasem.
En la misma jornada del viernes, el régimen de Al Jalifa ha impedido, por segunda vez, a los bahreiníes realizar el rezo del viernes en la aldea de Diraz, oeste de Manama.
Diraz es el lugar del nacimiento del sheij Qasem, cuya ciudadanía fue revocado el pasado 20 de junio tras haber sido acusado presuntamente de ser involucrado activamente en “crear un ámbito sectario” a través de contactos con poderes extranjeros.
Desde entonces se han registrado manifestaciones a diario en diferentes partes del país. Varias protestas y sentadas también han sido celebradas en la aldea de Diraz.
El régimen de Al Jalifa tenía previsto juzgar el miércoles al sheij Qasem por supuestos cargos de “recaudación de fondos ilegales, lavado de dinero y ayudar al terrorismo”, todos los cuales han sido rechazados por el prominente clérigo chií. Una medida que aumentó aún más las protestas en diversas partes del país.
Sin embargo la sesión del juicio, de 10 minutos, fue postergada para el 14 de agosto por la ausencia del sheij Qasem.