Alwaght- El Congreso de Estados Unidos publicó el viernes el informe de 28 páginas, hasta ahora secreto, que intenta esclarecer el posible papel de Arabia Saudí en los atentados del 11 de septiembre de 2001.
“En Estados Unidos, algunos de los secuestradores del 11 de septiembre estaban en contacto y recibieron el apoyo o asistencia de individuos que pueden haber estado en contacto con el Gobierno de Arabia Saudí”, reza una parte del informe desclasificado.
De acuerdo con este documento, varios informes, principalmente de fuentes del FBI (el Buró Federal de Investigaciones de EEUU), indican que más de dos de esos individuos supuestamente eran agentes de Inteligencia de Arabia Saudí.
El informe además insinuó el apoyo de Arabia Saudí a las actividades terroristas perpetradas en EEUU y otros países, pero no logró mostrar su extensión.
“Ni los testigos de la CIA ni los del FBI fueron capaces de determinar definitivamente en sus declaraciones el alcance del apoyo saudí a la actividad terrorista global o dentro de EEUU”, reza el documento.
Además indicó que “los funcionarios del Gobierno saudí en EEUU pueden tener otros vínculos con el grupo terrorista Al-Qaeda, entre otros.
Tras haber sido desclasificado el informe, Arabia Saudí declaró que no hay pruebas de su implicación en los atentados del 11 de septiembre.
El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, declaró en rueda de prensa que el capítulo difundido “no cambia la evaluación del Gobierno estadounidense: no hay evidencia de que el Gobierno de Arabia Saudí como institución o altos funcionarios saudíes a título individual hayan financiado a Al Qaeda”.
El documento, de 28 páginas, se publicó tras meses de investigación por parte del Gobierno de Washington. Desde hace tiempo, varios senadores han exigido la desclasificación de las 28 páginas del informe final del Congreso sobre los atentados.
El expresidente de Estados Unidos, George Bush, clasificó el informe de 28 páginas para proteger las fuentes y los métodos de inteligencia, posiblemente para no afectar las relaciones con su aliado, Arabia Saudí.
Riad ha advertido al Gobierno de Washington de que retirará sus inversiones de ese país si el Congreso aprueba la ley que permitiría responsabilizarle de los atentados del 11 de septiembre.