Alwaght- El régimen de Bahréin ha prohibido este martes celebrar el rezo del Eid al-Fitr (fiesta que marca el final del mes sagrado de Ramadán, el noveno mes del calendario islámico) en las mezquitas del país.
Miles de musulmanes comienzan esta fiesta con una oración colectiva al amanecer para dar gracias a Dios por los días de ayuno.
El régimen de Al Jalifa ha adoptado esta medida en el marco de las políticas represivas contra los chiíes y los opositores.
Los ulemas bahreiníes han emitido un comunicado para condenar el aumento de las presiones del régimen de Manama contra los chiíes y han denunciado al régimen de Al Jalifa por violar los derechos de los chiíes en el pequeño país del Golfo Pérsico.
“Los chiíes son una parte inseparable de Bahréin y violar sus derechos destruirá la unidad nacional en este país”, reza el comunicado.
Al referirse a la reciente revocación de la ciudadanía al máximo clérigo chií del país, el sheij Isa Ahmad Qasem, los ulemas bahreiníes han subrayado que régimen de Al Jalifa debe saber que cualquier insulto al sheij Qasem se considera como insulto a todos los chiíes, lo que tendrá graves consecuencias.
El pasado 20 de junio, el Ministerio del Interior de Bahréin confirmó esta medida del régimen de Al Jalifa y acusó al sheij Qasem de ser involucrado activamente en “crear un ámbito sectario” a través de contactos con poderes extranjeros.
Desde entonces se han registrado manifestaciones a diario en diferentes partes del reino árabe. Varias protestas y sentadas también han sido celebradas en la aldea de Diraz, oeste de Manamá (el lugar del nacimiento del sheij Qasem).
Esto se produjo después de que el régimen de Al Jalifa suspendiera el pasado 14 de junio las actividades del principal partido opositor bahreiní Al-Wefaq y congelara sus activos en el pequeño país del Golfo Pérsico.