Alwaght- El diario estadounidense The New York Times ha presentado varias evidencias que muestran el papel indirecto de un muftí saudí en los atentados del 11 de septiembre de 2001.
En febrero de 2004, la policía estadounidense interrogó a Fahad al-Thumairy, funcionario del consulado saudí en Los Ángeles, quien fue el imam de la mezquita a la que acudían dos autores de los ataques del 11-S. Sin embargo, Al-Thumairy negó todos los cargos en su contra.
En aquel entonces los inspectores estadounidenses elaboraron un informe en el advirtieron de que Al-Thumairy mentía en su declaración sobre los atentados, sin embargo, no encontraron ninguna evidencia que confirmara su implicación y de otras autoridades saudíes en el caso.
Transcurridos unos 15 años desde el 11-S, la supuesta relación entre Arabia Saudí y estos atentados terroristas vuelven a ocupar los titulares de los medios de comunicación y han aumentado las demandas para la desclasificación de las 28 páginas secretas del informe del Congreso sobre el 11-S que presuntamente explica el papel de Arabia Saudí en los ataques.
De acuerdo con el rotativo norteamericano, Al-Thumairy es la figura clave que vincula a Arabia Saudí con el 11-S.
John Brennan, el director de la CIA, subrayó en una reciente entrevista su apoyo a la publicación de las referidas 28 páginas, pero alegó que no se pueden considerar como prueba de la implicación de los saudíes en el 11-S.
Según The New York Times, el 15 de enero de 2000, dos ciudadanos saudíes llegaron al aeropuerto internacional de Los Ángeles. Ellos no sabían inglés ni tenían experiencia del modo de vida en EEUU pero participaron un año después en los atentados del 11-S.
La policía estadounidense descubrió que estos dos saudíes acudían a la mezquita King Fahd en Culver City, cuyo imam era Al-Thumairy.
En documento del FBI muestra que Al-Thumairy había encargado a una persona proteger a los referidos ciudadanos saudíes identificados como Nawaf al-Hazmi and Khalid al-Mihdhar.
Además, estos dos autores del 11-S se habían reunido con Omar al-Bayoumi, quien fue un empleado del Gobierno saudí y encargado de perseguir a los opositores del régimen de Riad en California.
Por otra parte, los documentos indican que Al-Bayoumi había tenido una cita con Al-Thumairy antes de reunirse con Al-Hazmi y Al-Mihdhar.
Mientras Al-Thumairy negó cualquier relación con Al-Bayoumi, las investigaciones de año 2004 detectaron los registros telefónicos de 21 llamadas entre los dos durante casi dos años. New York Times precisa también que Al-Bayoumi había ayudado a Al-Hazmi y Al-Mihdhar a encontrar una residencia en San Diego.
El mes pasado, el Senado de EEUU aprobó un proyecto de ley que facilitaba demandar a Arabia Saudí por cualquier papel en los atentados terroristas y la Cámara de Representantes podría dar el mismo paso la semana que viene.
En un comunicado emitido en abril, los congresistas Thomas H. Kean y Lee Hamilton, directores de la comisión del 11-S, aseguraron que tomarán en serio el caso del supuesto papel de Arabia Saudí, dando seguimiento a las citadas 28 páginas del informe sobre los atentados.
Ellos dijeron que si bien la comisión "no había encontrado evidencias" sobre el apoyo de Al-Thumairy a los secuestradores, él sigue siendo una figura muy importante en el caso.
El diario estadounidense agrega que en 2003 el visado de Al-Thumairy fue revocado por sus pensamientos radicales y que cuando trató de volver a Los Ángeles en 2004 fue detenido durante dos días y luego deportado a Arabia Saudí. Sin embargo, Al-Thumairy había dicho a sus interrogadores durante su detención que nunca había ayudado a sabiendas a los terroristas.