Alwaght- El Gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) firmaron el jueves el histórico acuerdo de alto el fuego bilateral y definitivo para poner fin al conflicto armado con más de medio siglo de duración.
El acuerdo fue firmado por el presidente colombiano, Juan Manuel Santos y el jefe de las FARC, Timoleón Jiménez Timochenko, en un evento en La Habana, la capital de Cuba, donde estuvo presente asimismo el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban ki-moon, entre otros.
“¡Nos llegó la hora de vivir sin guerra! ¡Nos llegó la hora de ser un país en paz, un país con esperanza!”, declaró el mandatario colombiano tras la firma del acuerdo.
Además aseveró que este acuerdo no es solo para el fin del conflicto sino se definió “un cronograma preciso para que las FARC dejen las armas para siempre. Esto significa ni más ni menos el fin de las FARC como grupo armado”.
Se trata del más importante paso del proceso de paz en este país, no el último, ya que las partes se comprometen a cesar las operaciones militares ofensivas y poner fin a los conflictos y el uso de armas.
Según el comunicado leído por el garante de Cuba, Rodolfo Benítez, entre los puntos acordados destacan: el alto el fuego y dejación de armas; acuerdo sobre garantías de seguridad y lucha contra las organizaciones criminales incluyendo las denominadas sucesoras del paramilitarismo y sus redes de apoyo; y acuerdo sobre refrendación.
De acuerdo con este comunicado, 180 días después de la firma de la paz definitiva, la guerrilla deberá haber terminado la dejación de armas, las cuales serán entregadas a la ONU.
De entrar en vigor el acuerdo, a partir del primer día la Fuerza Pública reorganizará sus esquemas para que las FARC puedan retornar y reorganizarse en 23 zonas y desde el día cinco serán trasladadas a dichas zonas siguiendo las rutas establecidos en el acuerdo, reza el documento.
Las partes además instaron al secretario general de la ONU Ban Ki-moon a activar la misión técnica encargada de verificar la dejación de armas.
Santos subrayó que el acuerdo final de paz se firmará en Colombia al mismo tiempo que agradeció los países garantes, a los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro, de Chile, Michelle Bachelet, y de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, así como a Ban Ki-moon por su apoyo al proceso de paz en el país latinoamericano.
Igualmente agradeció a Cuba y al presidente cubano, Raúl Castro, el anfitrión de las negociaciones entre el Gobierno y las FARC desde finales de 2012.
Por su parte, el presidente de Cuba, Raúl Castro felicitó al Gobierno de Bogotá y a las FARC por alcanzar este acuerdo del cese al fuego y subrayó que la paz es “un derecho legítimo de cada ser humano y de todos los pueblos”.
A su vez, Ban Ki-moon, celebró este paso que, señaló, muestra la posibilidad de “una paz con dignidad” para todos y afirmó que este proceso “valida la perseverancia de quienes trabajan para poner fin a los conflictos del mundo”.
El secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), y el expresidente de Colombia (1994-1998), Ernesto Samper, también alabó el alto el fuego bilateral firmado entre el Gobierno y la guerrilla y aseveró que esto representa menos sufrimiento para el pueblo. Además reiteró la disposición de Unasur para colaborar en todos los campos para alcanzar la paz en Colombia.
El acuerdo de alto el fuego también fue recibido por los líderes latinoamericanos como el presidente de Bolivia, Evo Morales, el presidente saliente de Perú, Ollanta Humala, el presidente de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, la presidenta chilena, Michelle Bachelet, entre otros, quienes expresaron su satisfacción por este logro y lo calificaron como “un hecho histórico”.
El Gobierno de Colombia y las FARC iniciaron en noviembre de 2012 las negociaciones bilaterales en La Habana para poner fin al conflicto de más de 50 años que ha dejado, según estimaciones, casi 5 millones de desplazados y al menos 600 mil muertos.