Alwaght- La revocación de la ciudadanía al máximo clérigo chií de Bahréin, el sheij Isa Ahmad Qasem, ha generado temores a nuevos disturbios en el pequeño país del Golfo Pérsico, que ya es escenario de manifestaciones y protestas contra el régimen de Al Jalifa por adoptar esta medida, entre otras.
El Ministerio del Interior de Bahréin confirmó el lunes esta medida del régimen de Al Jalifa y acusó al sheij Qasem de ser involucrado activamente en “crear un ámbito sectario” a través de contactos con poderes extranjeros.
Esta cartera además alegó que el clérigo chií no era bahreiní de origen, sin especificar el lugar de su nacimiento; sin embargo fuentes aseguran que él nació en la aldea de Diraz, oeste de Manamá, capital bahreiní.
El destacado clérigo chií nació en 1937 en Diraz. A lo largo del levantamiento de Bahréin, iniciado desde febrero de 2011, el sheij Qasem ha sido un fuerte crítico del régimen de Manama y ha expresado su oposición al rey del régimen bahreiní, Hamad bin Isa Al Jalifa.
En el marco de las políticas represivas, las fuerzas del régimen de Al Jalifa irrumpieron el martes en la oficina del sheij Isa Qasem y allanaron su sede en la norteño pueblo de Karranah y rompieron las puertas del edificio.
Esta medida aumentó aún más la ola de críticas y protestas. Decenas de personas celebraron el martes manifestaciones y protestas en Diraz y otras partes del país para expresar su solidaridad con el sheij Qasem, de 79 años de edad, y otros presos políticos.
Los manifestantes, en protesta desde el lunes, gritaban consignas contra el régimen de Al Jalifa y llevaban los retratos del prominente clérigo chií y las banderas de Bahréin.
La decisión también provocó las críticas de las organizaciones pro derechos humanos como el Observatorio de Derechos Humanos (HRW, en inglés). La portavoz de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACDH), Ravina Shamdasani, condenó esta medida y la calificó de “claramente injustificada”.
El Cuerpo de los Guardianes de la Revolución Islámica de Irán (CGRI) también denunció el martes, en un comunicado, la revocación de la ciudadanía al sheij Qasem y la consideró como una acción “inhumana” del régimen “sanguinario y racista” de los Al Jalifa. Además subrayó que Arabia saudí está detrás de esta decisión.
Por su parte, el movimiento Al-Ahrar de Bahréin condenó la revocación de la nacionalidad al prominente clérigo chií y afirmó que Arabia Saudí, el Reino Unido y Estados Unidos están detrás de esta medida.
Esto se produce mientras que Arabia Saudí alaba esta medida, entre otras, adoptada por Bahréin, para según alega, a preservar la seguridad y estabilidad de ambos países árabes.
En este contexto cabe mencionar que en una carta fechada el lunes 20 de junio, día del anuncio de esta decisión, el rey de Arabia Saudí, Salman bin Abdulaziz Al Saud, elogió la medida de su homólogo bahreiní, Hamad bin Isa Al Jalifa, contra el sheij Qasem y pidió el aumento de represión contra el destacado clérigo chií y los opositores.
La revocación de la nacionalidad al prominente clérigo chií se produjo después de que el régimen de Al Jalifa suspendiera el pasado 14 de junio las actividades del principal partido opositor bahreiní Al-Wefaq y congelara sus activos en el pequeño país del Golfo Pérsico.