Alwaght- La decisión del régimen de Al Jalifa de revocar la ciudadanía al máximo clérigo chií de Bahréin, el sheij Isa Ahmad Qasem, ha provocado una masiva ola de críticas tanto dentro como fuera del pequeño país del Golfo Pérsico.
El movimiento opositor “Coalición 14 de Febrero” de Bahréin ha condenado esta medida y ha advertido sobre la crítica situación de seguridad y social en este país.
Uno de los dirigentes de esta coalición ha subrayado que el régimen de Al Jalifa ha cometido un crimen atroz al adoptar esta medida contra el sheij Qasem y ha advertido sobre las consecuencias de esta acción.
El secretario general del movimiento Al-Ahrar de Bahréin, Saeid Shahabi ha condenado la revocación de la nacionalidad al prominente clérigo chií y ha afirmado que Arabia Saudí, el Reino Unido y Estados Unidos están detrás de esta decisión.
Por otra parte, el movimiento Hezbolá Al-Nujaba de Irak asimismo ha condenado, en un comunicado, esta medida y la ha calificado como una violación contra los chiíes.
Además ha instado a los musulmanes de todo el mundo a exigir justicia contra el régimen de Al Jalifa y el régimen de Al Saud como criminales de guerra.
Un gran número de bahreiníes también celebraron protestas en la aldea de Diraz, oeste de Manamá, capital bahreiní, (el lugar del nacimiento del sheij Qasem) para condenar esta medida y la consideraron como declarar guerra contra los chiíes del país.
La revocación de la ciudadanía del sheij Qasem también ha provocado las críticas de diversos países incluido Irán. La Cancillería iraní denunció al régimen de Manama por adoptar esta medida y exigió el fin de la actual crisis en este pequeño país del Golfo Pérsico
Esto se produjo mientras que Arabia Saudí alabó esta decisión y el consejo supremo de los ulemas saudíes enfatizó, en un comunicado, que respalda las decisiones “sabias” que adoptan las autoridades bahreiníes.
Esta medida fue anunciada el lunes por el Ministerio del Interior de Bahréin después de que el régimen de Al Jalifa suspendiera el pasado 14 de junio las actividades del principal partido opositor bahreiní Al-Wefaq y congelara sus activos en el pequeño país del Golfo Pérsico.