Alwaght- El gobierno de Bahréin busca eliminar de una vez por siempre a los opositores. Este objetivo se evidencia en la suspensión del principal partido opositor, Al-Wefaq, y la extensión a 9 años de cárcel de la condena contra su l secretario general, así como la disolución de varios otros grupos. Desde hace unas dos semanas, los Al Jalifa han intensificado sus presiones contra los opositores de una manera sin precedentes durante los últimos cinco años.
Aumento de la condena contra el secretario general de Al-Wefaq a 9 años
Los medios anunciaron el pasado 10 de mayo, la decisión de la Corte de Apelación de Baréin de aumentar la condena contra el sheij Ali Salman a nueve años.
Al-Wefaq tachó de provocativa la sentencia y dijo que la medida intensificará la crisis política en el país. El propio Salman denunció que el sistema judicial del país es una herramienta en manos del gobierno para reprimir a los opositores. Aseguró también que el dictamen no desanimará a los revolucionarios y estos continuarán exigiendo sus reclamos. El líder opositor dejó claro que las manifestaciones pacíficas persistirán hasta que los bahreiníes tengan un gobierno electo salido de las urnas.
Prohibición de las actividades de Al-Wefaq
Una corte bahreiní dictaminó el 14 de junio la disolución de Al-Wefaq y confiscó las propiedades de este partido, el mayor de los opositores en el país.
El cierre de la oficina principal de Al-Wefaq y su página web
Este martes, se dio a conocer el cierre de la página web de Al-Wefaq por una orden del gobierno. Además, las fuerzas de seguridad bahreiníes atacaron y cerraron la oficina principal de Al-Wefaq en Manama.
La disolución de otros dos grupos opositores
La presión contra los opositores no se limita al mayor partido opositor del país. La Fiscalía General de Bahréin disolvió este martes otros dos grupos opositores. Unas horas antes de que la Fiscalía General anunciara su decisión, el ministro de Trabajo bahreiní había dado a conocer la medida a través de su cuenta en Twitter.
La detención de Nabil Rayab
El jefe del Centro de Derechos Humanos de Bahréin fue arrestado otra vez el lunes. Rayab fue detenido en abril de 2015 bajo la acusación de haber insultado al Ministerio de Defensa y del Interior en mensajes en Twitter. La Corte de Apelación confirmó en mayo la condena de 6 meses de prisión contra el activista, pero después de tres meses, fue indultado por el rey Hamad bin Isa y puesto en libertad.
Tras la fundación del Centro de Derechos Humanos de Bahréin en 2002, Rayab ha sido detenido en varias ocasiones y se ha convertido en una figura destacada entre los opositores.
Un día tras la reciente detención de Rayab, la página web de la BBC señaló que la medida ha enfurecido a los bahreiníes. Según la familia de Rayab, citada también por la BBC, la policía había registrado la casa del líder opositor a la hora de arrestarlo. Según la cadena británica, muchos jóvenes bahreiníes han condenado en las redes sociales la actuación de la policía y han señalado que su detención se ha producido por acusaciones infundadas que buscan eliminar a Rayab de la escena política del país.
La revolución lleva ya cinco años pese a las represiones
La revolución bahreiní comenzó en febrero de 2011 en paralelo con el inicio de los disturbios en el mundo árabe. Los bahreiníes comenzaron en ese año protestas pacíficas y ahora dan seguimiento a las mismas a pesar de la represión que ejercen las fuerzas bahreiníes, secundadas por los efectivos saudíes.
Las demandas principales de los manifestantes son la destitución de Jalifa bin Salman Al Jalifa, el primer ministro y primo del rey bahreiní, que encabeza el gobierno de Manama desde 1971; la liberación de los presos políticos y la redacción de una nueva Constitución que garantice los derechos de todos los bahreiníes.