Alwaght- El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, realizó hace unos días un viaje a Arabia Saudí para llevar a cabo las últimas consultas con las autoridades del régimen de Riad sobre las crisis de Siria, Irak y Yemen como antesala a las conversaciones de Ginebra y adoptar una estrategia conjunta de “guerra de desgaste en el campo de batalla y pedir mayores demandas en la mesa de negociaciones”.
Estados Unidos y sus aliados en la región, principalmente Arabia Saudí y Turquía, no tienen suficientes recursos políticos y militares para imponer su voluntad y demandas en Siria, lo que ha hecho entrar a las negociaciones de Ginebra en un círculo vicioso, pero en los próximos días comenzará una nueva ronda de diálogos basada en las cooperaciones entre Rusia y EEUU.
Al igual que las rondas anteriores, se espera que la ayuda humanitaria, el alto el fuego y la transición política estén en la agenda de los nuevos diálogos. EEUU, Arabia Saudí, Turquía y Catar están conscientes de que no tienen recursos necesarios para lograr victorias militares contra el Ejército sirio, por lo que priorizan su apoyo a los grupos terroristas. Además, a fin de impedir la liberación de las zonas ocupadas por estas bandas en las operaciones del Ejército sirio, han adoptado varias medidas que a continuación se enumeran:
1. Mantener conectadas las zonas dominadas por los grupos terroristas, enfatizando la necesidad del alto el fuego, con el objetivo de reducir probables operaciones antiterroristas de las fuerzas sirias, rusas y del frente de resistencia en las ciudades de Alepo, Idlib, Homs, Damasco, Al-Ghouta Oriental y etc.
2. Continuar el envío de las armas y misiles antitanques para los terroristas en Siria: algunos informes muestran que cientos contenedores de armamentos cada día entran en territorio sirio a través de las fronteras de Turquía y Jordania.
3. Influir en los planes operativos y la formación militar del ejército sirio a través de operaciones terroristas en algunas ciudades como Alepo y Hama.
4. Desplegar fuerzas especiales en Siria: La llegada de tropas estadounidenses y, posiblemente, de otras nacionalidades en el norte de Siria, por un lado, mejorará la situación para el desplazamiento de los terroristas en otras zonas del país y, por otro, facilitará la ejecución de operaciones especiales por parte de los terroristas contra las fuerzas del Ejército sirio y de la Resistencia y sus equipos de reconocimiento.
5. Realizar vuelos de reconocimiento: El vuelo de aviones y drones occidentales puede entorpecer el proceso de operaciones antiterroristas en Siria, ya que al mismo tiempo también vuelan los aviones no tripulados del grupo Al-Nusra y de otras bandas terroristas mientras se desplieguen las fuerzas del ejército sirio y soldados del Movimiento de Resistencia en las zonas de conflicto.
6. Continuar la guerra de desgaste. De hecho, en sus negociaciones con las autoridades rusas, John Kerry ha advertido de que la guerra de desgaste continuará en Siria si Moscú no acepta la solución política sugerida por Washington. También según el ministro de Asuntos Exteriores saudí, su Gobierno seguirá enviando armas sofisticadas de gran poder destructivo a los terroristas en caso de que Bashar al-Asad se niegue a dejar el poder.
7. Mantener la capacidad de los terroristas: El enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, afirmó al final de la segunda ronda de conversaciones de Ginebra III que poner fin a la crisis de Siria es un proceso que llevará mucho tiempo. Esta declaración muestra que la Casa Blanca se ha concentrado en perseverar la capacidad de los terroristas bajo pretextos como el “alto el fuego” o “mantener a las fuerzas moderadas” pero en realidad no tiene la intención de resolver la crisis a través de soluciones legales.
En resumen, se puede predecir que la nueva ronda de conversaciones de Ginebra es una táctica diseñada para pasar el tiempo mientras los terroristas reciben más armas y fortalecen su control sobre los territorios ocupados. De este modo, los grupos extremistas serán considerados como una “realidad” de la región en el futuro y, seguramente, utilizados por el Occidente para intensificar el combate, continuar la guerra de desgaste o desintegrar a Siria.
Entonces, en las conversaciones de Ginebra cabe prestar más atención a la revisión de las políticas de negociación, el análisis de los planes operativos y militares antiterroristas y el aumento de los costos financieros y políticos de los patrocinadores del terrorismo.