Alwaght- El exjefe de Inteligencia saudí el príncipe Turki al-Faisal ha informado la disposición de Arabia Saudí para construir armas nucleares. En el marco de las reuniones entre los funcionarios saudíes e israelíes, Al-Faisal aseveró que si Irán viola el acuerdo nuclear y avanza hacia la construcción de armas nucleares, Riad tendrá que incluir en su arsenal armas nucleares, sin ninguna duda.
Los analistas creen que estas declaraciones de Arabia Saudí exponen sus preocupaciones sobre su postura ante sus rivales en cuanto al equilibrio regional, sin embargo, considerando la capacidad de Arabia Saudí, estas declaraciones son un mero farol político. Pero no se debe ignorar que la opción de armas nucleares es racional y estratégica en un momento en que no hay ningún mecanismo de seguridad, de estabilidad y de regulación que reduzca las preocupaciones y acabe con la actual situación anárquica en la región y, finalmente, cristalice el plan de un Oriente Medio libre de armas nucleares. Una estrategia que según los saudíes es una parte del guion para enfrentar la influencia de Irán en el mundo árabe, la normalización de las relaciones con Israel y revisar las relaciones con su antiguo aliado, EEUU.
Al considerar las realidades y la disuasión de armas nucleares, no se debe de ignorar que en la situación de emergencia regional el acceso a armas nucleares no es una opción imposible para los saudíes, entre otros. Este texto se centra en los obstáculos para Arabia Saudí para acceder a armas nucleares como capacidades técnicas, obstáculos políticos-legales y los asuntos regionales.
La falta de capacidades científicas y técnicas
Estudiar el alcance de los países que tienen armas nucleares muestra que estos cuentan con capacidades científicas, técnicas y humanas, que les permite incluso construir bombas nucleares. Según Farid Zakaria, periodista y analista especializado en temas de relaciones internacionales, para el gobierno saudí que no es capaz de fabricar incluso un automóvil, es difícil que pueda lograr armas nucleares. Si fuera así, los obstáculos judiciales y políticos, especialmente las supervisiones de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), no le permitía avanzar en este camino. A pesar de que Arabia Saudí cuenta con centrales nucleares y tecnología nuclear en los sectores de la agricultura y la industria, esto se realiza gracias a la presencia de los extranjeros como Francia, China, Corea del Sur en este país y la firma de acuerdos bilaterales, por tanto, Riad tiene un largo camino por delante hasta logar el dominio de esta ciencia y capacidad.
Obstáculos judiciales y políticos
Los obstáculos judiciales y políticos son otra causa que provoca que los esfuerzos de Arabia Saudí para alcanzar armas nucleares no den resultado. Arabia Saudí que es un miembro de la AIEA, ha firmado el Tratado de No Proliferación Nuclear (NPT, Nuclear Non-Proliferation Treat) y el Protocolo Adicional pero no lo ha aprobado. En un momento en que el papel regulador de la AIEA sigue aumentando cada día, no se puede esperar que Arabia Saudí alcance este objetivo.
En cuanto a los obstáculos políticos se puede referirse a la voluntad de las grandes potencias nucleares. A pesar de que la policía exterior de Arabia Saudí ha desempeñado un papel para equilibrar las estrategias de seguridad nacional de Estados Unidos en Oriente Medio, pero las políticas relacionadas a la no proliferación, incertidumbre sobre gobiernos no democráticos y preservar ventajas estratégicas de los aliados con un solo objetivo ha hecho imposible que algún día las grandes potencias entreguen armas nucleares a Arabia Saudí, entre otros. Por otra parte, otras potencias nucleares como Paquistán, que tiene una cercana relación con Riad, prefiere que no sea acusado de cooperación nuclear con Arabia Saudí, preservando ventajas estratégicas.
Equilibrio y la seguridad regional
Uno de los principales obstáculos que desempeña un papel en no proliferación por parte de las potencias nucleares, es la falta de la voluntad seria para la proliferación y el uso de este tipo de armas. Por otra parte, el régimen sionista es uno de los principales opositores a que otros actores en Oriente Medio alcancen armas nucleares. El alcance de los actores como Irán, Arabia Saudí, Egipto y Turquía a estas armas es la línea roja de este régimen y neutraliza la excelencia de Tel Aviv. Los comentarios que indican que tras la normalización de las relaciones entre Arabia Saudí e Israel, Tel Aviv suministrará a Riad con armas nucleares para enfrentar a Irán, todos son un espejismo.