Alwaght- Durante la última década, Rusia ha considerado el uso de armas nucleares como el principal elemento en la estrategia de su seguridad nacional y doctrina militar.
Según un análisis publicado por el Consejo del Atlántico, actualmente Moscú ha renovado las tres dimensiones de sus capacidades nucleares —los misiles balísticos intercontinentales (ICBM, por sus siglas en inglés), los misiles balísticos subacuáticos (SLBM) y los bombarderos de largo alcance)— y está desarrollando sus nuevas capacidades nucleares.
En la crisis de Ucrania, las autoridades rusas amenazaron abiertamente con una guerra nuclear a sus oponentes, como la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Entre tanto, la OTAN también ha desarrollado sus capacidades nucleares durante la última década, pero todavía no ha obtenido el poder nuclear de Rusia.
Para hacer frente a la amenaza nuclear de Rusia, es necesario que la OTAN, como en la época de la Guerra Fría, cree una nueva política de disuasión nuclear.
La doctrina y estrategia nuclear de Rusia
A pesar de lo que creen EEUU y la OTAN, Rusia, desde el fin de la Guerra Fría, ha subrayado el desarrollo de armas nucleares para garantizar la seguridad nacional. En el pasado, la doctrina nuclear rusa permitía a Moscú utilizar armas nucleares en respuesta a una agresión armada que suponga una seria amenaza, pero la doctrina militar adoptada en 2000 facilita el uso de este tipo de armas.
En 2000, de acuerdo con la doctrina militar de Rusia, los ataques nucleares se podían realizar en cualquier situación que la seguridad nacional estuviera en peligro. En 2010, esta doctrina cambió, de tal forma que los rusos pueden utilizar armas atómicas en respuesta al uso de armas de destrucción masiva, incluidas las nucleares y, en general, ante cualquier agresión contra Rusia que amenace la seguridad de este país.
Sin embargo, estas condiciones restrictivas para el uso de las armas atómicas no garantizan la seguridad de la comunidad internacional. El presidente de Rusia, Vladimir Putin, y otras autoridades de este país consideran las amenazas contra la hegemonía rusa como el peor problema para la supervivencia de Rusia. El fracaso de Putin al contener el acercamiento de la OTAN a las fronteras de Rusia, es visto como una amenaza para el Gobierno del presidente ruso mientras los rusos consideran a Putin un presidente poderoso en defender sus intereses. Entonces, es probable que este asunto provoque a Putin a usar sus capacidades militares nucleares.
Es posible que Rusia quiera usar sus armas atómicas en una guerra convencional contra EEUU y la OTAN en Ucrania. Por lo tanto, la actual estrategia nuclear de Rusia y sus capacidades se consideran una seria amenaza para EEUU y sus aliados europeos y la OTAN debe buscar sus objetivos en este sentido para garantizar su seguridad.
Capacidades nucleares de Rusia
Rusia se considera una de las potencias nucleares destacadas del mundo, como Estados Unidos. De acuerdo con el nuevo Tratado de Reducción de Armas Estratégicas de 2010, Rusia se ha comprometido a desplegar no más de 1550 ojivas nucleares estratégicas hasta el año 2018. La verdad es que el Gobierno ruso suele no cumplir con sus obligaciones internacionales pero no ha habido ningún informe de violación en este caso particular.
La concentración de Moscú en el desarrollo de la energía nuclear es totalmente clara, de hecho, ha priorizado el desarrollo de sus capacidades nucleares a pesar de los problemas económicos. En resumen, se puede decir que las estrategias nucleares rusas pueden ser un peligro obvio para la OTAN y esta organización debe modernizar y fortalecer su doctrina nuclear si quiere enfrentar con éxito el desafío nuclear de Rusia.
Las consecuencias de las políticas y la postura nuclear de la OTAN
Siempre que las armas nucleares tengan un papel destacado en la estructura de poder de Rusia y Moscú desafíe los intereses regionales de la OTAN; crear un sistema de disuasión nuclear ante Rusia debe constituir una de las prioridades de Estados Unidos y la Alianza Atlántica.
La OTAN tiene que contener un posible ataque nuclear ruso, así como contrarrestar la amenaza nuclear que existe en el carácter estratégico de la doctrina militar rusa, además debe asegurar a los países miembros de que está preparada para defenderlos. Todo ello requiere de reforzar la capacidad y la estrategia de la disuasión nuclear de la Alianza.
Tras el fin de la Guerra Fría, la OTAN siempre ha reiterado su disposición de reducir la dependencia de las armas atómicas y ha disminuido la necesidad de reforzar la disuasión nuclear, sin embargo, después del aumento actual de las amenazas nucleares en las fronteras de la OTAN, esta alianza tiene que hacer cambios drásticos en sus prioridades defensivas.
La Alianza Atlántica debe indicar que en virtud de su disuasión nuclear, contrarrestará cualquier ataque nuclear contra sus miembros. Además, esta alianza ha de reservarse el derecho a realizar un ataque nuclear en respuesta a una supuesta ofensiva rusa a los países miembros. Eso no significa en cualquier caso una posible confrontación nuclear, pero no debe descartarse que Rusia tenga una respuesta atómica.
Por otra parte, la OTAN debe revisar su “gestión de crisis”. Esta alianza ha de reforzar su capacidad informática para interpretar cada vez mejor las amenazas nucleares de Rusia. Este asunto en el pasado no era necesario, pero ahora forma la parte más importante de una exitosa estrategia de disuasión.
Conclusión
Hace seis años, el presidente de Estados Unidos, Barak Obama, expresó su punto de vista sobre "Un mundo sin armas nucleares" en Praga. Teniendo en cuenta el discurso de Obama, los analistas imaginaban que las armas subestratégicas en Europa se desmantelarían en 2012, el mismo tiempo que la OTAN tenía la intención de revisar su postura defensiva y disuasiva. Muchos preveían que el resultado de la revisión estuviera en línea con la declaración de Obama en Praga, no obstante, el informe hizo hincapié en la continuación de presencia de armas nucleares en Europa.
Lo interesante es que unos años después, el argumento principal sobre las armas nucleares se basaba en el aumento y no la reducción de las capacidades atómicas de la OTAN bajo el pretexto de nuevas amenazas de Rusia para la seguridad de Europa.