Alwaght- La XIII cumbre de jefes de Estado de la Organización de Cooperación Islámica (OCI) se convirtió en escenario de un conflicto entre los petrodólares de Arabia Saudí e Irán. Esos petrodólares hicieron que la declaración final incluya acusaciones contra Irán y Hezbolá, mientras se olvidó uno de los objetivos principales de esta organización, es decir la lucha contra el régimen israelí. La oposición de ciertos países con la declaración evitó que se leyera la misma cuyo contenido fue sin precedente en la historia de 47 años de la OCI.
La decimotercera cumbre de la OCI concluyó el viernes en Estambul. Uno de los países que se opuso a que se leyera la declaración fue Irán. El borrador del documento fue elaborado hace casi dos meses en una reunión a nivel de expertos en la ciudad saudí de Yeda. Irán no pudo participar en dicho encuentro ya que Riad no emitió visados para su delegación. El vicecanciller Abas Araqchi dijo que no se permitió revisar ese borrador en Estambul. “No permitieron debatir sobre el contenido del borrador y añadieron un párrafo contra Hezbolá”, declaró Araqchi para luego agregar que el jefe de la cumbre y algunos países consideraban aprobada la declaración. Asimismo, el canciller Mohamad Yavad Zarif consideró esa declaración contraria al “espíritu de la unidad islámica” y advirtió de que las acusaciones contra Hezbolá solo benefician a Israel.
Aunque Arabia Saudí pudo redactar el borrador de la declaración según sus intereses a través de sobornos, no leer la declaración asestó un duro golpe a sus conspiraciones. Los medios cercanos a Riad habían lanzado amplias propagandas en los últimos días para aparentar que la declaración iba a condenar las interferencias de Irán en los asuntos internos de los países árabes y que el contenido de la declaración se parecía a los de la Liga Árabe y la OCI en Yeda. Incluso el canciller saudí, Adel al-Yubeir, había asegurado el jueves que la declaración condenaba a Irán.
Soborno saudí
En el último año, han salido a la luz varios informes sobre los sobornos saudíes a las autoridades políticas. Uno de ellos afirmaba la donación de más de 600 millones de dólares saudíes al premier malasio. Las autoridades saudíes han hecho comentarios contradictorios al respecto. Al margen de la cumbre de la OCI, el canciller saudí, Adel al-Yubier, intentó justificar la acción, diciendo que se trataba de una real donación a cambio de nada. Mientras, Al-Yubier había dicho anteriormente a un periódico estadounidense que ese dinero era destinado a un plan de inversión en Malasia. La política saudí de sobornar a los políticos y las organizaciones hace sospechar que la OCI también podría haber sido afectada por los petrodólares saudíes. El periódico independiente Raialyoum, al respecto, publicó: “La Organización de Cooperación Islámica es una organización ineficaz en la que un grupo de empleados está recibiendo buenos sueldos, tal y como quiere Riad. Pero la última cumbre de la OCI mostró bien las divisiones en el mundo islámico. Sería mejor nombrar esta cumbre como “Cumbre de la Organización de Diferencias” y no “Cooperaciones”. Se entiende esta realidad si tenemos en cuenta la ausencia de una buena parte de los líderes musulmanes en el evento”.
Un margen de seguridad para Israel
Si bien en el borrador final de la declaración y en los comentarios del presidente turco se mencionó el apoyo a Palestina, los esfuerzos de ciertos países como Arabia Saudí para fomentar las divisiones en la OCI hicieron que parecieran menos serias las medidas de esta organización para hacer frente al régimen israelí y, por tanto, este último podría dar continuidad a su existencia en un margen de seguridad.
El diario kuwaití Alrai, en alusión a las amplias diferencias entre los países islámicos, señaló: “los líderes árabes y musulmanes se dan las manos con las autoridades israelíes y buscan normalizar sus relaciones con el régimen israelí e incluso no consideran enemigo al régimen israelí”. Respecto a la reciente cumbre de la OCI, Araqchi denunció que “realmente, la situación actual no da señales de que existan cooperaciones o unidad entre los países islámicos”.