Alwaght- Inmediatamente después de que los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) decidieron denominar al Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) como grupo “terrorista”, Israel ha cambiado su postura respecto a Hezbolá y afirma que de ser un grupo paramilitar ahora este movimiento constituye un ejército bien equipado. Los informes indican que Israel no ha pasado por alto la participación de Hezbolá en la actual guerra en Siria en la cual el movimiento libanés ha expuesto su gran poder militar. En este contexto, Amos Harel, analista militar del diario israelí Haaretz, ha escrito que la guerra de tres años y medio en curso en Siria ha llevado al Gobierno de Damasco a trasladar sus arsenales de armas a un lugar más seguro. A pesar de los repetidos bombardeos de Israel contra Hezbolá en Siria, este movimiento ha contado con las armas y los equipos poderosos del Ejército sirio, por lo tanto, Israel reconoce que ha fracasado en sus intentos para frenar a Hezbolá en el país árabe.
De acuerdo con Harel, las recientes acciones de los oficiales iraníes y rusos en Siria han mejorado el poder militar de Hezbolá y se puede decir que ahora goza de alta experiencia militar. De hecho, Hezbolá ha logrado participar, por primera vez, en una guerra junto con aviones de combate, tanques, artillería y capacidades de seguridad avanzadas. Si bien Hezbolá no tiene aviones de combate, cuenta con un alto poder militar y se puede considerar un moderado ejército moderno y organizado. El movimiento libanés actualmente tiene 45 mil combatientes, de los cuales 21 mil son militares. Además posee 100 mil misiles, incluidos de largo y medio alcance, además, cada día aumenta su poderío.
El analista militar sionista añadió que el primer ministro del régimen de Israel, Benyamin Netanyahu, declaró el pasado noviembre en la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) que Hezbolá logró trasladar los equipos militares avanzados de Siria a El Líbano como misiles tierra-tierra guiados de precisión, misiles avanzados SA-22 y misiles de precisión Yakhont tierra-mar. Gracias a la experiencia lograda en Siria, Hezbolá además puede actuar independientemente en diversos campos, así, puede hacer frente a una guerra de guerrillas, a aviones no tripulados (drones) y asaltos dentro de su territorio.
Harel además escribió que en a mediados de los años noventa, Hezbolá era una simple milicia armada que se estableció en la línea fronteriza en el sur de El Líbano. En ese entonces, Hezbolá no era más que un movimiento paramilitar activo que nunca fue considerado un poder destructivo o un nido de terroristas. Destacó también que, tras el estallido de la guerra en Siria, el ejército de Israel se enfrenta a un Líbano diferente, el cual cuenta con un Ejército avanzado y moderno. Actualmente Hezbolá goza de alta capacidad de asalto y puede atacar diversas zonas y bases militares, de manera que en el caso de una guerra dispone de muchas bases militares fronterizas.
Finalmente escribió que Israel admite que no podría derrotar fácilmente a Hezbolá en una posible guerra, dado el poder sin precedente que ha logrado este movimiento. En un eventual enfrentamiento, el ejército de Israel no pude pensar solo en un ataque aéreo ya que necesitará poner sus botas sobre el terreno, sin embargo, al considerar la experiencia de Hezbolá, es poco probable que, con este desplazamiento, tampoco pueda vencer a este movimiento. Asimismo la resistencia de Hezbolá aumenta las presiones contra el régimen israelí, por lo tanto Israel no podrá atacar las infraestructuras de El Líbano e intentar detener la lluvia de misiles de Hezbolá. Además de todo lo expuesto, el ejército de Israel sufre restricciones sin precedentes en el norte de los territorios ocupados, lo que indica que el régimen de Tel Aviv debe detener sus ansias de aventurismo y evitar como sea posible el estallido de una guerra.