Alwaght- La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, denunció el proceso del juicio político que ha emprendido la oposición en su contra y lo calificó como un golpe de Estado contra la democracia.
“Piden que renuncie para evitarse el mal trago de tener que echar de forma ilegal a una presidenta elegida. Piensan que tengo que estar muy afectada, desconcertada, muy presionada. Pero yo no estoy así, no soy así”, enfatizó Rousseff, en una entrevista concedida al diario español El País.
La mandataria que fue ex guerrillera contra la dictadura en Brasil, recordó su resistencia en diferentes momentos en su vida, bajo condiciones muy difíciles, por lo que reiteró que va a luchar y que no renunciará a su cargo.
“Nosotros en Brasil ya tuvimos golpes militares. En un sistema democrático, los golpes cambian de método. Y un impeachment sin base legal es un golpe”, insistió la jefa de Estado.
Rousseff atribuyó la crisis surgida a una reacción del presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Eduardo Cunha, que amenazó al Gobierno con poner en marcha el procedimiento si el Ejecutivo votaba a favor de una investigación contra él luego de que la Fiscalía General del país suramericano revelara cinco cuentas ilegales que tenía.
En cuanto al nombramiento del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, como ministro jefe de la Casa Civil de la presidencia y las críticas de la oposición, Rousseff afirmó que nadie lo puede impedir y que de una u otra manera él se incorporará a su equipo como ministro o asesor.
La oposición brasileña acusa a Rousseff a malgastra dineros estatales para su campaña electoral en 2014. Sin embargo todavía no ha presentado ningún asidero aceptable.
Por otra parte, acusa a Lula de que sabía de una red de corrupción en la estatal Petrobras.