Alwaght- A lo largo de la historia de la humanidad han existido grandes imperios, que esta misma historia ha sido la mejor testigo de como caen y se desvanecen, y ha sido esta misma historia la que nos ha contado todas las maromas que sus gobernantes se han visto obligados a realizar cuando observan que sus reinos de naipes se están viniendo al suelo.
Muchos somos desatentos con las realidades del mundo, pero para aquellos que son un poco más perspicaces, podríamos manifestar que se encuentran siendo testigos de la caída del imperio que por los últimos 100 años ha gobernado el planeta, Y es por ello que nos encontramos con un Estados Unidos de América haciendo todo tipo de maniobras para evitar una realidad que ya tienen sobre los hombros.
Claro está, el golpe más fuerte es el que puede venir desde las entrañas. Haciendo un repaso por los últimos hechos relevantes de Estados Unidos, podemos notar un poderoso movimiento ciudadano que se levantó en contra de la injusta distribución de las riquezas y la política exterior guerrerista que mantiene el país del norte, lógicamente dos puntos muy claves que le dan vida al imperio y sobre las cuales ha centrado sus más pensadas acciones de socorro. Un movimiento cívico que día a día estaba tomando más fuerza entre la población civil y que alcanzo a llamar la atención de algunos sectores políticos y al cual empezó a temer y a tomar más en serio el gobierno norteamericano.
Pues no había mejor momento y mejor oportunidad que utilizar las primarias presidenciales de EEUU para crear todo un panorama de DISTRACCIÓN dirigido al pueblo norteamericano. Hoy todas las atenciones se centran en las propuestas y arengas políticas del señor Donald Trump, que más haya de verse como un poderoso magnate aspirando a ser presidente de Estados Unidos, es visto como un “PODEROSO DISTRACTOR” frente a la real situación política de decaimiento que está viviendo la agonizante potencial mundial, y que estaba siendo azuzada por un fuerte movimiento ciudadano.
Es apropiado que para sustentar lo anteriormente dicho, echemos una mirada a algunas realidades del reconocido magnate norteamericano, y tengamos presente estos aspectos:
- Despliega un ataque y declaración en contra de la población migrante de origen mexicano que reside en Estados Unidos, cuando es claro para muchos, que el mismo pertenece a una familia de migrantes que tiene arraigado el concepto de Estados Unidos como una nación fundada por migrantes; además para nadie es un secreto los grandes negocios que tiene con empresas y compañías latinoamericanas, así como proyectos de inversión a corto plazo y un gran cumulo de empleados latino americanos.
- Ha sido un gran negociador y administrador de capital humano, quien sabe perfectamente, que criticar o expresarse despectivamente en contra de cualquier minoría representativa en Estados Unidos, le podría costar la perdida de sus pretensiones políticas.
- Su amor y pasión por los negocios, nunca le permitirían ser un verdadero y serio candidato a la presidencia de los Estados Unidos, todos aquellos que conocen la trayectoria del señor Donald Trump, muy bien saben, que alejarse de los negocios, para el mismo, sería como una especie de suicidio, y es por ello que a la fecha está muy ocupado en uno de los mejores negocios y acuerdos de su vida: “distraer a la población norteamericana de sus problemas de fondo” lo cual podría representar muchos dividendos para su compañía luego de pasadas las contiendas electorales, como pago al gran favor realizado a la clase dirigente del imperio agonizante, cosa que a él no le duele, pues, negocios son negocios, y su capital no está restringido a la nación norteña.
- Como economista sabe muy bien que el tanque de oxígeno que le queda a este moribundo imperio, son las riquezas de las naciones latinoamericanas, un candidato real nunca se atrevería a desconectar a su país de las mismas.