Alwaght- A raíz de un encuentro entre una delegación de judíos estadounidenses y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, los medios debaten sobre el futuro de las relaciones entre Ankara y el régimen de Israel. A principios de este año, Erdogan cambió el tono hacia este régimen y dijo: “Israel necesita a un país como Turquía en la región. Nosotros también debemos admitir que necesitamos a Israel”. Erdogan hizo esas declaraciones mientras las relaciones entre las dos partes se habían deteriorado tras el ataque que lanzaron en mayo de 2010 las fuerzas israelíes contra el barco Mavi Marmara, que portaba ayudas humanitarias para los gazatíes. En el ataque murieron 10 activistas turcos. A partir de entonces, Turquía había condicionado el mejoramiento de las relaciones a las disculpas de Israel. Por supuesto, el enfriamiento de las relaciones solo se sintió en el campo político. Los dos lados mantenían sus cooperaciones económicas y de seguridad como antes.
A finales de 2015, Turquía y el régimen israelí iniciaron sus negociaciones ocultas para la reanudación de las relaciones y llegaron a un consenso. Según informaciones proporcionadas por ambas partes, se acordó que Israel pagase una indemnización de 20 millones de dólares a las familias de las víctimas. Por su parte, Turquía prometió limitar las actividades de HAMAS en su territorio y dejar de lado su demanda contra el régimen israelí por el caso del Mavi Marmara. Erdogan también puesto como condición que el régimen israelí levantase el cerco contra Gaza pero solo para mostrar que prestaba atención a la causa palestina. Sin embargo, el primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, rechazó la propuesta.
Parece que los últimos acontecimientos en la región han llevado a Erdogan a adoptar medidas para un acercamiento entre Turquía y el régimen de Tel Aviv. Por un lado, las políticas de Erdogan respecto a la zona, sobre todo a Siria, han fracasado y, por otro, la presencia militar de Rusia en Siria y las tensiones entre Ankara y Moscú, que surgieron tras el derribo de un caza ruso por Turquía han obligado al mandatario turco a cesar sus propagandas mediáticas contra el régimen israelí. Erdogan busca llevar las relaciones con el régimen de Tel Aviv hasta el nivel en el que se encontraban hace cinco años.
En estas condiciones, se plantean dos escenarios para el futuro de las relaciones del Gobierno de Erdogan y el régimen sionista y la influencia de Palestina en las evoluciones:
Primero: El escenario más probable es que las conversaciones entre los turcos y los israelíes sean exitosas y resulten en un acuerdo para restaurar las relaciones diplomáticas como el pasado. De este modo, aumenta la posibilidad de que cambie la situación en la Franja de Gaza y, por lo menos, se reduzcan las presiones del régimen israelí contra los palestinos. Basándose en este escenario, es probable que Erdogan vuelva a presentarse como una persona que intenta mejorar la situación de los palestinos y reconstruir la Franja de Gaza.
Segundo: Es poco probable que las negociaciones entre el régimen sionista y Turquía no den buenos resultados debido a los cambios internos y regionales o lleguen más tarde a un acuerdo. Pero, esta demora en el proceso de la reconciliación de las dos partes, no afectará las colaboraciones económicas entre Turquía e Israel. Además, es posible que Ankara, balo las presiones de Israel, pida a los líderes del movimiento palestino HAMAS que limiten sus actividades en Turquía.