Alwaght- El 14 de febrero de 2016, el portavoz militar saudí, el general de brigada Ahmad al-Asiri, en una entrevista con la cadena saudí de noticias Al-Arabiya, anunció que Arabia Saudí estaba preparada para a ayudar a la llamada coalición anti-Daesh, encabezada por EEUU, para enviar las fuerzas terrestres a Siria. El 5 de febrero, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Ashton Carter, indicando la preparación de los saudíes para liderar a los países musulmanes en la lucha contra Daesh, dijo: "Arabia Saudí y otros países tienen la mejor situación para este tipo de colaboración y eso se considera muy positivo". El 6 de febrero, Ahmad al-Asiri, señalando la experiencia militar de Arabia Saudí en Yemen, en una entrevista con la cadena catarí Al-Jazeera, declaró: "nosotros sabemos que los ataques aéreos no son suficientes y es necesario lanzar una operación terrestre".
Coalición-coalición
El 8 de febrero, el ministro saudí de Asuntos Exteriores, Adel al-Yubair, después de una conferencia de prensa conjunta con el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, habló sobre la posibilidad de la entrada de fuerzas terrestres o especiales saudíes en Siria para luchar contra Daesh, bajo el liderazgo de EEUU. A continuación, Adel al-Yubair dijo que los estadounidenses consideraban positivo el envío de fuerzas especiales saudíes a Siria, sin embargo, creían que todos los miembros de la coalición debían decidir sobre eso.
En este sentido, cabe mencionar que ninguna de las partes indicó este asunto importante durante su conferencia de prensa. Sin embargo, el 9 de febrero, el Departamento de Defensa de EEUU declaró que Ashton Carter se había reunido con los ministros de Defensa de la OTAN en Bruselas, la capital de Bélgica, y hablaron sobre las medidas para acelerar el proceso de acabar con el grupo terrorista Daesh. Pero, las declaraciones de Carter, el 10 de febrero, mostraron que la llamada coalición internacional anti-Daesh no apoyaba el envío de las fuerzas terrestres de Arabia Saudí a Siria. Por otra parte, Carter no rechazó la iniciativa saudí de poner sus fuerzas en Siria sino lo consideró un modo de ayudar a la alianza anti-Daesh.
El 11 de febrero, el secretario de Defensa de Estados Unidos se reunió con el ministro de Defensa de Arabia Saudí, Mohamad bin Salman Al Saud, en Bruselas y, repitiendo sus declaraciones sobre la no participación de la alianza anti-Daesh en el envío de las fuerzas terrestres a Siria, dijo que la coalición de los países musulmanes, liderada por Arabia Saudí, puede ser un suplemento de la denominada alianza anti-Daesh, liderada por EEUU. Sin embargo, el mismo día, Ahmad al-Asiri, en una entrevista con la cadena Al-Arabiya, anunció que la decisión de los saudíes para enviar tropas a Siria es definitiva e irreversible. Las declaraciones de Al-Asiri mostraron que EEUU no intentaba participar en este despliegue.
Los argumentos de EEUU para no enviar fuerzas terrestres a Siria
EEUU expresa su negativa a participar en el plan del envío de tropas terrestres a Siria mientras unidades de las fuerzas especiales estadounidenses operan en el frente norteño de Siria desde 4 de noviembre de 2015. Estos militares están desplegados en la provincia de Hasaka, donde toman parte en las operaciones de las Fuerzas Democráticas de Siria, integradas por combatientes kurdos y árabes. Previamente, el jefe del Estado Mayor Conjunto de EEUU, Joseph F. Dunford, había explicado así por qué su país no quería enviar fuerzas terrestres a Siria: "A Daesh le interesa un amplio despliegue de las tropas terrestres de EEUU en Siria. Así este grupo podría atraer a más personas a sus filas".
Estados Unidos, que alega seguir la estrategia de no intervenir militarmente en ningún país, envió el pasado octubre unas 50 fuerzas especiales a la provincia de Hasaka para entrenar a las Fuerzas Democráticas de Siria. El Ejército de EEUU convirtió el aeropuerto de Abu Hiyr, en Hasaka, en su sede de comandancia en Siria. El primer día de febrero de 2016, el enviado especial de Obama visitó este centro acompañado por los comandantes de las fuerzas francesas y británicas. Por otro lado, Dunford había manifestado el 27 de octubre de 2015 la postura de la Administración de Obama sobre la creación de la zona de exclusión aérea en Siria: "No recomendamos la creación de una zona de exclusión aérea porque provocará un gran reto jurídico y de seguridad, lo que desviaría la lucha contra Daesh", dijo.
Según esos argumentos llegamos a esta conclusión lógica:
1. EEUU no participará en una guerra terrestre contra Siria, aunque apoya el despliegue de las fuerzas saudíes en el país árabe.
2. Antes de que EEUU declare que asumirá el liderazgo de las fuerzas terrestres, Arabia Saudí alegaba que iba a combatir a Daesh, pero luego dijo que iba a luchar contra los paramilitares refiriéndose a los combatientes extranjeros que luchan en Siria contra los terroristas.
3. La decisión de Arabia Saudí para lanzar una operación terrestre contra Siria se produce en reacción a los avances de las fuerzas de resistencia hacia las fronteras de Turquía que abre la posibilidad de que se recorte las vías de suministro de los grupos armados en el norte de Siria, especialmente en Alepo.
4. Hay dos puntos de vista sobre el papel de EEUU en el conflicto sirio: primero, EEUU no tiene una estrategia clara sobre la crisis siria y, segundo, EEUU evita los planes costosos sobre la crisis siria y deja que los actores regionales midan sus fuerzas en Siria.
5. De esta forma, los actores regionales no se librarían del conflicto sirio y en lugar de prestar atención a la causa palestina, deben dedicar sus esfuerzos en el campo de batalla en Siria, lo que significa que la seguridad del régimen israelí está garantizada.