Alwaght- Aunque no se ha puesto fin al dominio de Daesh en varias regiones suníes y otras fronterizas de Irak, especialmente en la provincia de Mosul, existe la posibilidad de que Irak se convierta en un Estado suní y dividido en zonas suní, chií y kurda.
La idea de dividir a Irak en tres estados federales no es un asunto nuevo y se enraíza en el plan que el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, presentó en 2006. Según este plan, Irak pasaría a ser un Estado federativo, dividido en tres partes, suní, chií y kurda. Después del surgimiento de Daesh, las autoridades estadounidenses que insistían en la unidad de Irak, ahora abogan implícitamente por la división del poder y la necesidad de revisar el futuro político de ese país.
Después de que el Gobierno del Kurdistán iraquí inició la excavación de zanjas en las zonas bajo su control —de Rabia a Jalawla, en la provincia oriental de Diyala—, las autoridades políticas y de seguridad de Irak anunciaron su intención de hacer lo mismo en los alrededores de Bagdad. Si bien ambas partes (el Gobierno central de Irak y el Gobierno del Kurdistán iraquí) anunciaron que su objetivo era devolver la seguridad y enfrentar las amenazas de los ataques del grupo terrorista Daesh, la verdad es que cada facción ha determinado un área blindada para sí misma.
Durante los últimos días, los kurdos han informado de su firme voluntad para declarar la independencia y crear posteriormente un gobierno distinto al de Bagdad en el norte de Irak. Incluso si los kurdos no logran desintegrar Irak y crear un gobierno en el Kurdistán, no están dispuestos a retirarse de las zonas fronterizas que controlan tras el surgimiento de Daesh. Los kurdos han asegurado que no tienen temor por la guerra sobre las zonas en su poder y sacrifican su sangre para defenderlas. Por lo tanto, si los kurdos no logran formar un gobierno independiente, por lo menos permanecerán como un estado confederado con amplios poderes en el marco del Gobierno nacional de Irak.
Esa situación especial de los kurdos ha sido seriamente considerada por otras facciones iraquíes como las suníes. De hecho, debido al estímulo y el apoyo financiero de Arabia Saudí y Turquía a los suníes de Irak, varias de sus facciones que antes tachaban el federalismo como un peligro para la desintegración de Irak, ahora instan a convertir a este país en un Estado suní. Sin embargo, hay que tener en cuenta que a pesar del plan de Estados Unidos para crear tres estados en Irak y los apoyos de Arabia Saudí e Irak para formar un Estado suní, todavía hay muchas personas en las zonas suníes de Irak, controladas por Daesh, que no quieren crear un Estado suní de forma oficial.
En la última semana, el presidente del Parlamento de Irak, Salim al-Yaburi, uno de los líderes suníes, viajó a Estados Unidos, donde se reunió con diversas organizaciones y personajes políticos norteamericanos. Después de regresar a Irak, habló de la reconciliación y la unidad nacional condicionada, bajo la cual los amigos de Irak continuarían sus cooperaciones para preservar los intereses de todas las facciones políticas. Sus declaraciones conllevan un mensaje claro para todos: Hay un plan serio de Estados Unidos para dividir Irak en tres zonas suní, chií y kurda, por lo tanto es esencial iniciar esfuerzos para impulsar la unidad nacional.
En general, dividir Irak en tres estados federales e incluso desintegrarlo para crear tres unidades políticas independientes y tres gobiernos parece, a primera vista, una buena solución para el futuro político de Irak. Pero no es tan fácil dividir Irak en tres gobierno independientes o, según el plan estadounidense, en tres unidades políticas, ya que hay muchos intereses regionales e internacionales relacionados con el futuro político de este país que hacen imposible esta atomización sólo bajo un acuerdo y sin derramamiento de sangre. Además, entre cada facción kurda, chií y suní hay fuertes polarizaciones que disminuyen la posibilidad de la unidad entre esas facciones para dar seguimiento a sus demandas.