Alwaght- En los últimos meses, Arabia Saudí ha aumentado su aventurismo. El hecho más reciente tuvo lugar la semana pasada, cuando el portavoz militar saudí, el general Ahmad al-Asiri, dijo en una entrevista televisiva que “Arabia Saudí estaba dispuesta a participar en cualquier operación terrestre que la coalición (liderada por EEUU) quiera emprender en Siria”.
Fuentes bien informadas han dicho a la cadena noticiera CNN que al menos 150 mil fuerzas militares han sido desplegadas en Arabia Saudí para entrar en Siria. Por su parte, el secretario de Defensa de EEUU acogió con beneplácito la decisión de Riad. Arabia Saudí lanzó ese anuncio mientras las negociaciones de paz entre la delegación siria y los opositores fueron aplazadas hasta el 25 de febrero debido a la falta de avances. Hay también informes sobre movimientos militares de Turquía en sus fronteras con Siria. Algunos observadores creen que los recientes avances del Ejército sirio, sobre todo, haber roto el cerco que mantenían los terroristas sobre los pueblos estratégicos de Nubel y Zahra han enfadado a Arabia Saudí. Teniendo en cuenta la situación, parece que la decisión saudí de atacar Siria contradice las realidades en el terreno y solo se trata de una maniobra política.
De hecho, Arabia Saudí está bastante enfadada por los recientes avances de las tropas sirias. La ruptura del asedio contra las localidades chiíes de Nubel y Zahra, tras casi cuatro años, fue un gran revés no solo para los terroristas, sino también para sus patrocinadores, incluidas Turquía y Arabia Saudí. A eso se suma la recuperación de varias otras regiones en la provincia de Alepo y Deraa. Sin embargo, la situación del Ejército saudí no le permite librar una guerra contra Siria ya que Riad no podría sostener dos frentes al mismo tiempo, uno en Siria y otro en Yemen, país que viene bombardeando desde hace meses. Por eso los expertos dicen que se trata de una “mentira política” y nada más.
Según el experto Andreas Krieg, profesor del King's College de Londres: “Arabia Saudí está muy débil para hacer algo en Siria. Podemos decir que Riad se parece a alguien que está a punto de morir y para evitar su muerte emprende cualquier medida mientras, en realidad, solo está arriesgando más su vida”. Arabia Saudí está atacando Yemen desde hace más de 9 meses y para derrotar a los yemeníes cuenta con mercenarios procedentes de los países árabes, pero no ha podido logra la victoria. A pesar de tal situación, Riad alega que puede atacar Siria, algo imposible debido a la incapacidad militar de la familia real saudí.
Para lanzar un ataque terrestre contra Siria, Arabia Saudí tiene tres vías para acceder al territorio sirio, una de ellas es Jordania, situada al sur de Siria. Sin embargo, hay un obstáculo: la región estratégica de Sheij Maskin (en Deraa) acaba de ser liberada por el Ejército sirio. Por otra parte, desde el inicio de la crisis siria, Jordania ha prometido al Gobierno de Damasco no abrir sus fronteras para que entren en Siria tropas militares de otros países. Por eso es casi imposible que las fuerzas saudíes puedan infiltrarse en Siria desde Jordania. La segunda vía son las regiones fronterizas en el este de Siria en la vecindad de Irak. Eso también es imposible porque el Gobierno iraquí no lo permitirá. La única opción son las regiones fronterizas entre Siria y Turquía. La cuestión es que estas zonas no gozan de seguridad. En los recientes días, otra ola de refugiados se ha dirigido hacia Turquía. Además, el Gobierno turco no se encuentra en una situación que pueda permitir la entrada de las fuerzas saudíes en Siria. Por otro lado, la entrada de las tropas saudíes desde estas zonas requiere del aval de Rusia. Moscú, a su vez, quiere romper los contactos entre grupos terroristas como Daesh y Frente Al-Nusra con Turquía y aboga por que los soldados sirios sean desplegados en la frontera con Turquía. Debido a esos argumentos, se puede decir que las declaraciones de las autoridades saudíes sobre el envío de fuerzas a Siria solo son reacciones emocionales ante las victorias del Ejército sirio.